"En su declaración, Rosa dice que el día 2 de mayo Pedro se marchó del domicilio a consecuencia de una discusión provocada por el gran número de conflictos judiciales que tienen ambas personas dentro sus entorno familiar y profesional". Así lo apuntan los Mossos d'Esquadra en el primer atestado que consta en el sumario del caso, en el cual ha tenido acceso El Nacional, los primeros indicios de la investigación que llevan a la detención de Rosa Peral y Alberto López, expareja y con quien habría mantenido relaciones cuando ella ya vivía con Pedro Rodríguez.

El sumario muestra un entramado de relaciones sentimentales y discusiones de pareja y hasta tres versiones diferentes de la detenida Rosa Peral a lo largo de la instrucción. Y los atestados policiales describen las contradicciones y los flecos que delatan los dos sospechosos.

La hora del crimen

La investigación muestra los movimientos de los dos detenidos y la víctima el día que presuntamente Pedro murió, el 2 de mayo del 2017. Los datos de los teléfonos móviles cruzados hacen posible identificar la hora en que los tres se encontraron en la escena del crimen.

Alberto López pasa la noche del 1 al 2 de mayo en Cubelles, en casa de Rosa Peral. Su teléfono móvil indica que sale de Badalona, donde vive, a las 1:57 h y llega a Cubelles a las 3 h. No se marcha hasta el día siguiente a las 10:08 h.

El día siguiente, entre las 9:26 h y las 10:08 h Rosa, Alberto y Pedro están en la casa de la pareja. Los móviles delatan la presencia de los tres. Rosa, entre las 9:03 y las 10:08 h. Alberto entre las 9:08 y las 10:08 h. Y Pedro, la víctima, a las 9:26 h.

Coinciden los tres durante media hora. De 9:26 h en 10:08 h.

A las 10:08 h se marchan Rosa y Alberto.

Alberto López vuelve a casa de Rosa Peral entre las 13:50 h y 16:20 h. La policía destaca que en ninguna de las declaraciones de los dos detenidos mencionan, en ningún momento, que se vuelven a encontrar a esta hora.

Deshacerse del cadáver

La policía cree que la madrugada del 2 al 3 de mayo Rosa y Alberto se deshacen del cadáver poniéndolo dentro del coche, llevándolo al pantano de Foix y quemándolo.

Alberto López está a las 20:22 h en casa de Rosa Peral. A las 20:58 h apaga el móvil y se le pierde la pista. Hasta que lo vuelve a conectar. Son ya las 00:09 h y está en Badalona, en su casa.

Durante 3 horas no deja rastro.

¿Quién se queda el móvil de la víctima?

El 2 de mayo, cuando presuntamente Pedro Rodríguez ya ha sido asesinado, su móvil lo sitúa a las 21:48 h en casa del exmarido de Rosa Peral, que no está vinculado con los hechos.

Un día més tard, Alberto López pasa la noche en casa de Rosa Peral. El 3 de mayo el móvil lo sitúa en la casa de Cubelles entre las 22 h del día 3 y las 12 h del día 4 de mayo.

Rosa siempre declaró que Pedro se había marchado de casa después de una discusión el 2 de mayo. Pero el coche, la moto y el móvil se quedaron en casa. No se los llevó.

Testigos de excepción

Rosa Peral tiene dos hijas, de 4 y 6 años, de un matrimonio anterior. Las niñas están en casa cuando presuntamente ocurre el crimen.

Oyen la discusión de la pareja. Corren por la casa del piso de arriba al de abajo. Y poco después ven a su madre llena de sangre.

Las niñas preguntan y la respuesta es que ha habido "una pelea de perros".

Rosa Peral se lava con lejía para sacarse la sangre.

La hija mayor, sin embargo, ve a un hombre sacando bolsas de basura y poniéndolas dentro del coche de la víctima, Pedro Rodríguez.

El sumario recoge las declaraciones de los testigos, entre los cuales, la que hace este relato del testigo que le explican las mismas niñas.

Sangre y gasolina

No solo las hijas de Rosa ven sangre. Una de las testigos, agente de la Guardia Urbana de Barcelona, que pasa una noche con Rosa Peral, ve sangre en el suelo del comedor, al lado de la puerta, y unas toallas ensangrentadas en el lavabo. Rosa explica las manchas del comedor por la menstruación de la perra. Y las de las toallas, por su propia menstruación mientras mantenía relaciones sexuales con Pedro Rodríguez.

La investigación apunta que Alberto López utilizó su coche para ir a buscar la gasolina que habría servido para quemar el vehículo de Pedro Rodríguez. Según la inspección ocular del coche, "al abrir el maletero se ha detectado un fuerte olor a gasolina". Los Mossos no encuentran ningún resto para poder analizar. De hecho el coche está recién limpiado. "Se puede observar frotaduras húmedas y rastro de regueros de agua", dice el informe policial.

Pero cuando los mossos hacen la prueba por si hay restos de sangre, el reactivo que aplican en los asientos de detrás muestra una mancha de sangre en forma de media luna.