A primera hora de este martes por la mañana, las colas han vuelto al aeropuerto del Prat. Hacia las seis ya había usuarios que se quejaban por tener que esperar 30 minutos para poder pasar el control de seguridad, pero alrededor de las 7 la situación se ha normalizado. Desgraciadamente, a partir de las nueve se han vuelto a formar y muchos usuarios han tenido que hacer cola durante 40 minutos. Finalmente, la situación ha vuelto a la normalidad hacia el mediodía.

Las colas se han vuelto a repetir después que ayer se viviera una situación similar a raíz del conflicto laboral que mantienen los trabajadores de la empresa concesionaria, Eulen, con la dirección por la carga de trabajo y la falta de plantilla. Las acumulaciones de pasajeros en los controles de seguridad coinciden con la salida de muchos viajeros hacia sus destinos de vacaciones. Para este martes, se prevén más de un millar de operaciones, una cifra normal en un día de verano, según Aena.

En varios tramos de la jornada de ayer, los viajeros tuvieron que hacer frente a largas colas para cruzar los controles de seguridad y acceder a la zona de embarque, que según fuentes de los trabajadores de Eulen superaron la hora y media, mientras que según Aena registró un pico máximo de espera de 43 minutos. Como trasfondo, está el conflicto entre los agentes de seguridad, que denuncian las condiciones de trabajo y la falta de recursos, y la dirección, además de la huelga que han convocado para el próximo 4 de agosto. De hecho, este martes hay una reunión de mediación entre las dos partes en que los trabajadores también presentarán su propuesta de servicios mínimos.

Según explicó este lunes una de las trabajadoras de la empresa Eulen, Purificación Infante, el día antes se empezó a cumplir el 100% de la normativa, tal como se ha hecho hasta ahora –precisa– pero con el tiempo que se requiere para hacer los controles. Infante denunció la "falta de personal" y las condiciones de trabajo que tienen que soportar los agentes, ya que la empresa les exige "prisa" para que no se registren colas en los controles ante el riesgo de ser sancionados por Aena.

Por ejemplo, añadió, la falta de personal les impide poder hacer descansos, hacer una parada para comer o cenar, poder ir al baño o tener que parar los controles si en un determinado momento falta un o una agente para hacer los cacheos, ya que los trabajadores no disponen de relevos y en cada unidad tiene que haber al menos un hombre y una mujer por si hay que cachear a los pasajeros.