El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha comparecido este viernes por la tarde ante los medios de comunicación desde uno de los balcones de la embajada de Ecuador en Londres. Assange ha celebrado la decisión de la Fiscalía sueca de cerrar la investigación contra él por un supuesto delito de violación y ha asegurado que es "una victoria muy importante" pero que "la guerra acaba de comenzar". 

"Hoy hemos conseguido una victoria importante, tanto para mí como para el sistema de Derechos Humanos de la Unión Europea. Sin embargo, los siete años sin cargos que llevo aquí no se podrán olvidar", ha afirmado Assange.

El activista lleva desde 2012 recluido en la embajada ecuatoriana de Londres para evitar ser entregado a las autoridades de Suecia, que querían interrogarlo sobre unos supuestos delitos sexuales cometidos en ese país en 2010. 

En este sentido, Assange ha dado las gracias a "Ecuador, a su gente y a su sistema de asilo" por estos años y ha añadido que "estuvieron a mi lado durante mi reclusión, soportando siempre una presión asfixiante". 

A pesar de la buena noticia de este viernes, Assange ha recordado que "la guerra acaba de empezar". "El Reino Unido ha asegurado que me arrestará de todas formas, y Estados Unidos, la CIA y el Fiscal General estadounidense han dejado claro que tanto yo como otros miembros de WikiLeaks no tenemos derechos y que nuestra detención es una prioridad", ha señalado. 

Sobre el futuro de WikiLeaks, Assange ha prometido que continuará e "incrementará" sus publicaciones sobre las actividades de la CIA en Estados Unidos. "Las amenazas hacia mi, hacia mi persona y hacia la organización WikiLeaks como editorial no serán toleradas".