La segunda explosión en la casa de Alcanar ha sido clave en la investigación que vincula este accidente con el atentado en Barcelona. Según aseguran fuentes oficiales, el estallido no estuvo ocasionado por las bombonas de butano sino que fue provocado por el material explosivo que preparaban en la casa. Y con el cual pretendían atentar en la capital catalana. Lo corrobora Jordi Bort, teniente de alcalde del municipio, que explica que de momento no se ha confirmado si esta segunda explosión habría sido causada por la manipulación de la pala retroescavadora, o bien por un temporizador que llevaría el artefacto. Además, Bort también recuerda que a lo largo de estos días se han ido haciendo explosiones controladas con el fin de neutralizar la zona.

Con respecto a las tareas de desescombro, que se iniciaron después de la primera explosión, el mismo Bort explica que ya iban encaminadas a la detección de otra víctima y que, de momento, se podría hablar de tres personas en el edificio en el momento de la explosión. Se cree, además, que podría haber una tercera víctima mortal. "El herido grave habría hablado de 3 o 4 personas a la casa en el momento del accidente", señala. Para remarcar la importancia de los análisis de los restos de cuerpos encontrados en el edificio, Bort explica: "De momento, las informaciones oficiales son que hay 4 fugitivos, y que la célula estaría formada por 12 miembros. Por lo tanto, en medida que aparezcan víctimas, disminuirá este número".

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También se ha encontrado documentación de los terroristas. "La relación de Alcanar y Barcelona se evidencia -entre otras cosas- en qué en una de las furgonetas de Barcelona había uno de los pasaportes de las personas de aquí", informa el teniente de alcalde, que confirma que las investigaciones cada vez refuerzan más los lazos de estos dos hechos trágicos. "También nos han dicho que había una tablet que contendría más información, aunque no sabemos qué tipo de información".

Bombonas de gas

En un primer momento, parecía que la primera explosión habría sido ocasionada por una bombona de gas. No obstante, Bort apunta que una de las primeras hipótesis apuntaba a la situación actual, pero "no estaban todos los indicios". Se creía, por el contrario, que se trataba de un laboratorio de droga o gente que traficaba con gas para revenderlo, lo que justificaría el gran volumen de bombonas de butano.

Bort expresa que desde el gobierno municipal y el municipio en general están "muy sorprendidos" por los hechos ocurridos. La investigación apunta a que el atentado en Barcelona llevaba meses gestándose en esta casa de Alcanar. Eso sí, la explosión de la noche del miércoles habría precipitado los tempos. Y también la forma. "Creemos que estaban preparando un atentado de más gravedad" apuntaba el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero. La célula yihadista, de la cual todavía se desconoce el número exacto miembros, se había instalado en una urbanización a las afueras de esta localidad del Montsià. En Alcanar Platja, cerca de la carretera comarcal que une esta localidad con Sant Carles de la Ràpita. La zona, apartada de ambos núcleos urbanos, se dibuja como un lugar tranquilo y solitario. "Hay poca relación vecinal", apuntan desde el ayuntamiento. "En verano todavía hay gente, pero en otoño la mayoría de casas se vacían y la zona queda pràcticamente desierta", observa para El Nacional el alcalde de Alcanar, Alfons Montserrat.

La noticia ha dejado en estado de shock al gobierno municipal y la población. También gran parte de las Terres de l'Ebre, un territorio alejado de grandes poblaciones y que, hasta hoy, se creía ajeno en este fenomeno. "No habríamos pensado nunca que tendríamos un foco yihadista al lado de casa", se sorprende el alcalde. El vínculo de Alcanar sorprende, sobre todo, por|la distancia de esta población, la última de Catalunya antes de entrar en el País Valencià, con Barcelona: a 200 kilómetros. Pero al mismo tiempo y ya con perspectiva esta urbanización de Alcanar Playa garantiza dos aspectos claves en una operación de este tipo: por una parte, aislamiento y un entorno prácticamente inhabitado, que permite entrar y salir sin crear sospechas; por la otra, establecerse en unas comarcas que, a priori, quedaban lejos del control policial que pueden sufrir otros territorios más próximos a la ciudad o con antecedentes. La casa, hoy prácticamente en ruinas, pertenecía a una entidad bancaria. "Por lo tanto, indica que seguramente estaba ocupada de manera ilegal", añade el teniente de alcalde, que señala que desde el Ayuntamiento desconocían la presencia de estos supuestos okupas.

Catorce vecinos desplazados

Ahora, la tarea municipal se centra en las víctimas y los afectados. En estos momentos hay 14 vecinos desplazados y han habilitado un cuerpo de atención en una sala adjunta de un restaurante de la zona, donde Protección Civil y la Cruz Roja han proporcionado literas para los vecinos que todavía no pueden volver a su casa por el riesgo de futuras explosiones. También hay instalado un punto de apoyo psicológico y psicosocial. "Hay varias personas afectadas psicologicamente, que no estaban afectadas cuando creían que el accidente lo había causado una explosión de gas, pero posteriormente, al saber que han estado conviviendo con terroristas de esta envergadura, la cosa ha cambiado". Mientras tanto, en la zona, con constante movimiento policial, se aproximan curiosos y vecinos todavía consternados por la gravedad de los hechos.