No solo el soberanismo empieza a calentar motores para el referéndum que Carles Puigdemont, por encargo del Parlament, quiere celebrar como muy tarde en septiembre. El unionismo, que en los últimos años ha visto como proliferaban las entidades de carácter civil sin conseguir establecer una línea de trabajo conjunta, también se prepara para hacer frente a un nuevo choque. Seguramente el intento con más resonancia mediática ha sido Societat Civil Catalana, entidad constantemente salpicada por la polémica y que, a la práctica, tampoco ha conseguido ir mucho más allá, con respecto a la unidad, que sus antecesores.

Pero si el independentismo se vanagloria de pluralidad ideológica, el españolismo tampoco se queda corto: de la derecha a la izquierda, de partidos a grupos de opinión o asociaciones... y de defender firmemente la democracia a cuestionarla o incluso, en el extremo, oponerse.

Buscar la unidad

Concordia Cívica es el nuevo intento de encontrar una cierta unidad entre el bloque que se opone al soberanismo. La plataforma se presentó el jueves a la prensa asegurando que el referéndum que propone el Govern "no se hará" porque "está fuera de la ley". Su impulsora y presidenta es la catedrática de Derecho Constitucional a la UAB Teresa Freixes, y la intención es sumar personas provenientes de varias organizaciones como Societat Civil Catalana (SCC), el Grup de Periodistes Pi i Margall, Empresaris de Catalunya, Convivencia Cívica Catalana y el Centre Lliure d'Art i Cultura, entre otros. "Todos juntos queremos expresar que deseamos una Catalunya abierta, plural, que tenga presencia en España, Europa y una Catalunya moderna y no cerrada en sí misma", dice Freixes.

El objetivo no es nuevo: oponerse al referéndum, hacer oír la voz del unionismo –en Catalunya, en el Estado español, en Europa y al mundo, dicen– y poner "razón" en un debate "de mucha emoción". Al ser preguntada sobre el referéndum, Freixes aseguró durante la presentación que "el referéndum no se hará porque no hay marco legal para poder hacerlo", y afirmó que solo se podría salir adelante en caso de reformar previamente la Constitución. Pero, sin embargo, Freixes ya apuntó que, llegados a este punto, la plataforma difícilmente acabaría dando apoyo a la separación. "No hay razones ni económicas, ni sociales, ni políticas, ni culturales" para apostar por la independencia, sentenció la catedrática.

Foto: Twitter @cslhospitalet

A la rueda de prensa del jueves también participaron el presidente del Grup de Periodistes Pi i Margall, Sergio Fidalgo, y el presidente d'Empresaris de Catalunya, Josep Bou, y por la noche, en la fila cero del acto público celebrado en L'Hospitalet, destacaba la presencia del coordinador general del PPC, Xavier García Albiol; el presidente de C's, Albert Rivera, y la líder de la formación en el Parlament, Inés Arrimadas.

Enésimo intento

Los movimientos contra el soberanismo no son nuevos en Catalunya, pero los pasos de la Generalitat de los últimos años han acelerado el ritmo de creación... y de "desaparición". Propuestas más o menos sólidas que han buscado su espacio y que en muchos casos no han disfrutado de resonancia más allá del día de la presentación oficial.

  • Societat Civil Catalana: se presentó públicamente el 23 de abril del 2014, y aquel mismo año ya había conseguido reunirse con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy y con el president de la Generalitat, Artur Mas. Sus actos han conseguido imágenes de unidad contra el soberanismo también con una notable presencia del PSC. Entre otros, el expresident de la Generalitat José Montilla ha participado en actos de la entidad. Si al principio se le había llegado a equiparar a la Assemblea Nacional Catalana, los últimos escándalos y la constatación de que cuenta con pocos asociados han disminuido la notoriedad de la iniciativa. El pasado mes de septiembre, el hasta entonces presidente y cara visible de la entidad, Josep Ramon Bosch, dejó el cargo empujado por la publicación de unas presuntas amenazas que había dirigido a independentistas a través de las redes sociales. Desde entonces, la entidad no ha conseguido levantar cabeza y se ha abierto un espacio que la nueva iniciativa de Freixes podría intentar ocupar. Uno de los primeros firmantes del manifiesto de Societat Civil Catalana fue el actual delegado del Gobierno central en Catalunya, Enric Millo.
  • Somatemps: Se presentó en Poblet el año 2014, solo tres días después de la presentación de Societat Civil Catalana, entidad con la que ha colaborado desde el principio. De hecho, el presidente fundador de Somatemps es Josep Ramon Bosch, que posteriormente saltó a Societat Civil. El nombre responde a la expresión "estamos a tiempo" (de parar el independentismo, se entiende), y en el somatén, una organización parapolicial constituida para autoproteger a los catalanes. Como muchas otras entidades, su actividad ha disminuido notablemente los últimos tiempos. Este verano, participó en la creación de un comité organizador de la Fiesta Nacional de España y la Hispanidad en Barcelona. Su actividad, eso sí, no se ha reducido en las redes, donde Somatemps sigue lanzando mensajes contra el soberanismo.
  • Convivencia Cívica Catalana: su presidente, Francisco Caja, ya blandía la bandera españolista mucho antes de que el independentismo se instalara entre los partidos con más representación en el Parlament. Caja, un riojano profesor del departamento de Historia de la Universidad de Barcelona, se erigió desde el 2001 como defensor de los derechos lingüísticos de los castellanohablantes en Catalunya. La entidad ha colaborado a menudo con Ciudadanos, y ha sido una de las organizadoras de los actos para conmemorar el Día de la Hispanidad en Barcelona. En la lucha contra la inmersión lingüística, Convivencia Cívica Catalana contó con el apoyo explícito de Alícia Sànchez-Camacho. Desde sus inicios, en 1998, hasta el 2001, la entidad fue presidida por Aleix Vidal-Quadras, en aquel momento diputado del PP.

Foto: ACN

  • Asociación por la Tolerancia: en el camino de la crítica a la inmersión lingüística, Francisco Caja no ha estado solo. La veterana Asociación por la Tolerancia se fundó el año 1992 para luchar contra el "nacionalismo excluyente". La entidad entrega cada año el premio a la Tolerancia, que ha sido otorgado a personajes públicos como Francesc de Carreras, Albert Boadella estos dos, miembros del grupo promotor de Ciudadanos Baltasar Garzón, Mario Vargas Llosa y José Luís Bonet. Sus caballos de batalla: el nacionalismo, el bilingüismo y el terrorismo de ETA.
  • Movimiento Cívico d'EspanyaCatalans: la entidad trabaja para mantener viva la llama del unionismo en Catalunya a pesar de las evidentes dificultades de movilización que atraviesa. La última muestra, el pasado Día de la Constitución Española, cuando a duras penas congregó a unos centenares de manifestantes en la Vía Laietana, como se puede ver en estas imágenes. En el 2012 este movimiento fue el impulsor inicial de la concentración por la unidad de España celebrada el 12 de octubre en la plaza de Catalunya de Barcelona, reacción a la masiva movilización del Onze de Setembre de aquel año. En la web de la entidad se explica que nació con un objetivo "básico e irrenunciable: defender la pertenencia de Catalunya a España, su unidad, con respeto y solidaridad". El que une a sus integrantes, explican, es "el amor hacia España".
  • Empresaris de Catalunya: más recientemente, en noviembre del 2014, nacía Empresaris de Catalunya, una entidad presidida por Josep Bou que no se dirigía al conjunto de la sociedad civil sino que apuntaba directamente a los empresarios. El objetivo, explica la entidad, es "dar voz a los empresarios y profesionales de la empresa que queremos alertar de las consecuencias negativas que traería el «proceso secesionista» a la actividad económica". La entidad ha anunciado que viajará el miércoles a Bruselas, al día siguiente que Puigdemont, Junqueras y Romeva ofrezcan una conferencia para explicar el proceso soberanista catalán. El acto lo ha organizado la eurodiputada ex-UPyD Teresa Giménez Barbat y tiene como objetivo "contar los problemas sociales y económicos derivados del procés".
  • Grup de Periodistes Pi i Margall​: con la misma voluntad de dirigirse a un público concreto, hace un año nacía este grupo de periodistas que busca hacer de contrapeso al soberanismo, en este caso, en el campo del periodismo. Creado con la idea de "facilitar la convivencia entre los catalanes y de estos con el resto de españoles", los últimos meses ha sido noticia, por ejemplo, para pedir que se rescindiera el contrato de Empar Moliner en TV3 por haber simulado que quemaba una Constitución en directo para denunciar la decisión del Constitucional de anular parte del decreto que protegía del corte de suministros a las familias más desprotegidas.

La Tercera Vía

La gran apuesta de Societat Civil Catalana, y parece que también ahora de Concordia Cívica, ha sido sumar apoyos políticos más allá del Partido Popular y Ciudadanos: concretamente, entre los principales representantes de la denominada Tercera Vía. Lo han conseguido con el PSC, pero no con entidades como Lliures, Construïm o Federalistas de Izquierdas, que buscan hacerse un hueco lejos del independentismo pero en un marco no necesariamente españolista. Una vía, en cualquier caso, que se ha demostrado colapsada de pretendientes.

"Partes descontroladas"

Pero, ¿por qué el unionismo no consigue cohesionarse? El pasado mes de noviembre, justo después de ser nombrado, el nuevo presidente de Societat Civil Catalana, Mariano Gomà, lo explicaba en una entrevista a Europa Press. Gomà contó que algunas de estas entidades "de buena fe, tienen quizás algunos lados un poco descontrolados", algo que se mezcla con la intención de que, según él, tienen los independentistas de desprestigiar a SCC y vincularla con el nazismo y el franquismo. "Ya que todo el sector independentista, los talibanes y los ejércitos mediáticos nos están escorando hacia el más puro nazismo, la extrema derecha, solo nos falta que en una manifestación en la que esté SCC salga una bandera aconstitucional o franquista", argumentó ante la negativa de sumarse a los actos de Somatemps, Convivencia Cívica Catalana, Asociación Regeneración Democrática y Movimiento Cívico 12 de Octubre.

Sea por lo que sea, los precedentes parecen dar pocas esperanzas al objetivo de la nueva apuesta unionista. Concordia Cívica tiene por delante el reto de rehacer el espacio de Societat Civil –que, de hecho, nunca ha conseguido el grado de unidad que pretendía– a la vez que le tocará trabajar contra un referéndum que el Gobierno catalán se muestra decidido a celebrar.