El conseller de la Presidència y portavoz del Govern, Jordi Turull, ha presidido hoy el acto de conmemoración de la batalla de Talamanca, la última victoria del ejército catalán en el marco de la guerra de Sucesión. Turull se ha mostrado convencido de que aquella victoria de hace 300 años se repetirá el 1 de octubre porque hay valores que persisten en los catalanes a pesar del paso del tiempo. "El 1-O ganaremos por la actitud de victoria y el conocimiento del terreno democrático", ha afirmado.

Turull ha hecho un paralelismo entre los hechos vividos en 1714 y la actualidad. "Hoy tenemos testigos de la última gran victoria bélica de Catalunya, como los Miquelets, y de la última victoria democrática, como Joana Ortega (presente en el acto de hoy). El 9-N no será la última victoria democrática", ha asegurado.

El conseller de la Presidència ha manifestado con contundencia: "Actitud porque lo tenemos todo a favor y solo depende de nosotros. Tenemos una sociedad movilizada, mayoría en el Parlament y un Govern determinado.". Por eso, Turull ha opinado que "nadie entendería dentro de unos años que teniéndolo todo a favor no hubiera moral de victoria". Y ha insistido nuevamente en que "la decisión de este país ya no depende del Estado. Está en manos de los ciudadanos de Catalunya. Este tsunami democrático no lo puede parar nadie y en democracia quien tiene la última palabra son los ciudadanos".

Turull ha defendido que los catalanes se fijan en las democracias más adelantadas de Europa, a diferencia, ha dicho, de "el Estado que actúa con las peores artes". "Así como nosotros nos fijamos en democracias punteras del siglo XXI, el Estado español se fija en tal como se hacía en el postfranquismo", ha señalado. Por eso, ha concluido que "solo dependiendo de nosotros por actitud y moral de victoria, el 1 de octubre volveremos a ganar y será la gran victoria del pueblo de Catalunya para recuperar su libertad".

Precisamente, por esta manera de hacer del Estado, el conseller ha afirmado, en declaraciones a los medios de comunicación, que el Govern no tiene muchas expectativas sobre la reunión que el próximo miércoles celebrará el Tribunal Constitucional para resolver el último recurso de súplica del Govern contra la suspensión cautelar de la reforma del reglamento del Parlament. "El Tribunal Constitucional desde hace tiempo lo que hace es decorar jurídicamente las decisiones políticas de la Moncloa", ha subrayado.