La asamblea de trabajadores del diario Ara está en desacuerdo con la decisión del diario de no publicar la publicidad institucional del referéndum del 1 de octubre. También "con la gestión y la comunicación posterior" de la decisión, dice el comunicado 'Els treballadors de l'Aea, als nostres lectors', publicado en el mismo diario. La decisión la tomaron los consejos de Administración y Editorial del Ahora el pasado día 4 de septiembre, antes de que llegara cualquier notificación oficial, por miedo que difundir la campaña los vertiera al cierre.

Para los trabajadores, esta decisión "no sólo nos aparta de vosotros, los lectores, sino que pone en duda nuestro compromiso con los valores de libertad". Más adelante, añaden: "El rigor y el cuidado que han definido estos siete años de periodismo no dejarán de ser nuestra guía (...). Defendemos la necesidad de comprometerse hasta las últimas consecuencias con la democracia, la libertad y el periodismo".

La plantilla de Ara considera que la prioridad en el contexto actual debe ser "defender los derechos colectivos", "asumiendo riesgos, denunciando las injusticias y los atropellos, y manteniéndonos críticos y vigilantes con los poderes," sentencian en el comunicado.

Críticas de los lectores

La negativa del diario a publicar la campaña ha levantado mucha polvareda entre sus lectores y suscriptores, buen número de los cuales han mostrado su descontento en las redes sociales, con anuncios de cancelaciones de suscripciones, acusaciones de cobardía, peticiones de rectificación, etcétera.

El sábado pasado, día 9, la empresa editora explicó en otra nota que renunciaba a la campaña para "proteger el diario, es decir, la información y la opinión". Ante "la amenaza y la coerción [del Estado español]", añadía, Ara no hará "nada que ponga en peligro la continuidad del proyecto, ni se lo pondrá fácil a aquellos que nos querrían ver cerrados en estos días tan decisivos".

La directora, Esther Vera, en el párrafo final de su artículo del domingo pasado, insistía en esta línea: "La única cabecera útil es aquella que sigue informando verazmente y publicando las opiniones más diversas. Informaciones y opiniones que algunos preferirían hacer callar. No se lo pondremos fácil".

Telaraña de contradicciones

Antoni Bassas, columnista, miembro del consejo editorial, cofundador y pequeño accionista del diario, ha publicado este martes el artículo 'Os estamos 'escuchando', personal y lleno de matices, donde explica cómo y por qué se tomó la decisión de no difundir la campaña del referéndum, su comunicación a los lectores y "la telaraña de contradicciones" que ha acompañado todo ese proceso.

Bassas admite que "por primera vez en los cerca de siete años que tiene el diario, hemos decepcionado a muchos de vosotros". Explica que la no publicación se decidió el pasado 4 de septiembre, después de que el abogado de la empresa informara que publicar sería "un delito que comportaría consecuencias penales para los responsables del diario, y que las consecuencias podrían llegar hasta el cierre del diario".

La decisión, que no era pública, se conoció el viernes siguiente por la noche, porque "tres entidades privadas nos pidieron poner anuncios que dijeran 'vota', y una de las tres conversaciones [con una de esas entidades] se colgó en las redes", explica Bassas.

Reconoce que la decisión se ha explicado mal y que la "reacción de enfado" de lectores y suscriptores le lleva a concluir que "estábamos equivocados".

Viene a decir que si dependiera de él el anuncio se habría publicado, "pero un diario es el resultado de un trabajo colectivo, y antes de decidir cualquier cosa hay que pensar un momento en las consecuencias colectivas". Al mismo tiempo, se pregunta si la trayectoria del diario "no cuenta". "¿Puede decirse que porque no publicamos un anuncio que dice 'vota', mientras el diario dice 'vota', somos como los diarios que dicen 'no votes'?"