Limitación de las libertades y coacciones hacia aquellos que no son independentistas. Esta es la visión de Catalunya que ha dado este miércoles el expresidente de Societat Civil Catalana (SCC), Rafael Arenas, en el Congreso en una comisión sobre calidad democrática.

Arenas, que presentaba las conclusiones de un informe elaborado por la entidad, ha asegurado que la situación en Catalunya "se ha agravado en los últimos dos años", desde la publicación de su anterior análisis el año 2015. El líder de SCC ha asegurado que los "nacionalistas" se han apropiado de las instituciones para "ponerlas al servicio de un objetivo ilegal". También ha hablado de "coacciones" hacia aquellas personas que no se definen como independentistas.

En concreto, se ha quejado de la presencia de estelades en espacios públicos durante la celebración de procesos electorales. Según él, eso "perjudica a las formaciones no independentistas" y "contamina los procesos electorales" a favor de las formaciones soberanistas. En este sentido, ha instado al Estado a poner solución pronto porque, "si no se mantiene la neutralidad", acudirán a "instancias internacionales".

El líder de la entidad unionista ha destacado que la "imposición ideológica es más grave en las escuelas", donde hay una "injerencia nacionalista" que ha tachado de "inadmisible". Entre sus quejas, había una interpretación parcial de la historia, una omisión de referencias a España o los "mensajes excluyentes" de la plataforma Som Escola. Por otra parte, también ha hecho referencia a la "vulneración del derecho a la información plural" que cree que se lleva a cabo desde los medios públicos de comunicación catalanes.

Vínculos con sectores neonazis

El diputado de ERC Xavier Eritja ha considerado "lamentable" el informe de SCC, que ha considerado "parcial", "no objetivo" y con una "visión deformada de la realidad catalana". Eritja ha propuesto recurrir a organismos internacionales como Amnistía Internacional para valorar la situación en Catalunya de una manera objetiva y que no coincidiría "en muchos aspectos" con la descripción de la entidad unionista.

El diputado ha denunciado que SCC representa un "sector ideológico que rezuma a grupos neonazis" y vinculaciones con la ultraderecha. En esta línea, ha preguntado por la financiación y la proyección mediática de la entidad, que contaba con 74 socios el año 2015, pero con un presupuesto de un millón de euros, la mayor parte proveniente de aportaciones privadas.

La diputada del PDeCAT Lourdes Ciuró también ha hablado de la "imagen de neofascismo" de la entidad y de vinculación con colectivos de extrema derecha como Somatemps, MSR o el portal Dolça Catalunya. Después de presentar dudas sobre las fuentes económicas de la organización, Ciuró se ha quejado de que explique la situación en Catalunya en el Congreso "una asociación que desfila al lado de la Falange o con jóvenes neofascistas".

Juan Pedro Yllanes, de Unidos Podemos y que vivió seis años en Catalunya, ha negado que estén amenazados los derechos fundamentales o la tutela efectiva.

Hispanofobia, según el PP

El diputado de Cs, Toni Cantó, ha dicho que Catalunya es "la líder en corrupción" y ha puesto en duda la calidad democrática de los lugares donde hay gobiernos independentistas. Por otra parte, Artemi Rallo, diputado del PSOE, ha indicado que su grupo está preocupado por la duda que no se puedan ejercer derechos fundamentales a Catalunya y ha abogado por el diálogo y el consenso, "que se han roto".

El diputado del PP, Jordi Roca, ha precisado que en Catalunya se perdió "la batalla del lenguaje" para hablar de España y sus símbolos y ha pedido abandonar la "hispanofobia". Además, se ha quejado de que la Generalitat "sólo quiere hablar del referéndum independentista" y no de otras competencias ni inversiones.