Las visitas de la vicepresidenta y ministra de Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría, a Catalunya continuarán el próximo lunes 20 de febrero para seguir "recuperando lazos" con la sociedad catalana, al margen de las instituciones de gobierno de la Generalitat. Esta vez la visita tendrá un carácter cultural y económico, ya que Santamaría asiste a Barcelona a una entrega de premios de El Periódico de Catalunya a la Empresa del año, y por la noche, a un homenaje a la reina Sofía en el Teatre del Liceu, según fuentes de su entorno.

La ofensiva responde a la voluntad de dar más presencia al Estado en territorio catalán y reunirse tanto con "entidades públicas, como privadas", como hace la vicepresidenta española desde hace algunos meses. No se descarta que realice otros encuentros que no sean públicos, como se ha conocido últimamente, en relación con representantes del empresariado catalán y los ayuntamientos. Es el caso del teniente de alcalde de Barcelona y dirigente del PSC Jaume Collboni. La Moncloa ve difícil la vía del acuerdo con el independentismo y apuesta ahora por otros objetivos. Justo el miércoles, la número dos de Mariano Rajoy explicaba que "en Catalunya hay muchos gobiernos", y varios interlocutores con quien trabajar por la "moderación".

Su número dos, el secretario de Estado de Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, ha salido al paso de las posibles críticas a la estrategia de dejar de lado al Govern catalán. "Estaría bueno que el Gobierno de España no pudiera reunirse con quien quisiera", explicaba después de la reunión de la CARUE. Es la Conferencia de Asuntos Relativos a la Unión Europea, que Santamaría ha decidido reactivar con las comunidades autónomas después de seis años que no se habían reunido. La última vez fue con el expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, el año 2011.

A la reunión han asistido todos los representantes autonómicos, y de Ceuta y Melilla. Catalunya y el País Vasco sí han enviado a una comitiva, a diferencia de la Conferencia de presidentes autonómicos, donde Carles Puigdemont e Iñigo Urkullu no estuvieron. En el primer caso hoy estaba formada por Maria Badia, secretaria d'Afers Exteriors, y en el segundo, por Josu Erkoreka. No se puede considerar que el conseller d'Afers Exteriors, Relacions Institucionals i Transparència, Raül Romeva, haya plantado a Santamaría, porque la última vez se envió a la secretaria de Afers Exteriors de entonces, Roser Clavell.

Badia ha explicado que su asistencia nace del interés de la Generalitat por la UE. "Son temas relacionados y queremos saber qué se está planteando, qué se cuece", exponía. Fuentes de la Conselleria han explicado a El Nacional que en ningún caso se había sacado el tema del proceso soberanista a lo largo de la cita, ni tampoco habría habido malestar tras la problemática en torno a las funciones de Romeva, o el nombre de la Conselleria. La presencia de Amadeu Altafaj, delegado del Govern catalán en Bruselas tampoco ha levantado reticencias, aunque la designación de "representante permanente" le fue suspendida por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

El Gobierno central se sirve de estas reuniones para exhibir músculo y ligar pactos con los territorios, después de haberlo acordado así en el encuentro con las 15 comunidades del pasado 17 de enero. La CARUE ha puesto encima de la mesa el Brexit, por el cual celebrará una reunión monográfica. Se ha hablado de la presidencia maltesa del Consejo de la Unión Europea, se ha decidido aprobar un reglamento aplazado por tantos años sin este cónclave, y finalmente se han emplazado a crear un grupo de trabajo relativo a la participación de las autonomías en las decisiones de la UE.

Bermúdez de Castro ha pedido que la Generalitat asista a la reunión anunciada para el próximo jueves, donde se constituirá el grupo de técnicos para elaborar el nuevo modelo de financiación, y el día 1 de marzo, el de financiación local. El secretario de Estado asegura que este es un tema por el que Catalunya está "especialmente afectada", y espera que esté presente. Fuentes de la Conselleria han señalado a este diario que no asistirán para cuestiones que supongan "construir un modelo de Estado nuevo", como es la partida del dinero, sino solo por temas competenciales y del corto plazo.