La alcaldesa de Sant Cugat del Vallés, Mercè Conesa, ha asegurado este martes, ante los medios, que denunciará los ataques que sufrió el ayuntamiento durante la manifestación unionista del 6-N al municipio barcelonés bajo el lema "No en nuestro nombre".

La manifestación congregó centenares de personas que protestaban por la colocación de una pancarta en la fachada del consistorio que pedía la libertad para los presos políticos. Los manifestantes, que se colocaron delante del Ayuntamiento, exigieron la retirada inmediata de la pancarta con gritos como "alcaldesa dimisión" y "alcaldesa a prisión".

Conesa, que ha anunciado que repondrán la pancarta que algunos violentos arrancaron, ha explicado que se lanzaron huevos y tomates a la fachada, y que eso comporta unos costes, ya que se ha tenido que contratar a personal para limpiarla. La alcaldesa también ha asegurado que responsabilizará, de los costes, a los organizadores, VOX y Somatemps, aunque las entidades citadas se han desmarcado diciendo que ellas no convocaron nada y que "sólo animaron a los ciudadanos a defender un Ayuntamiento de todos".

Conesa ha querido remarcar el respeto hacia las movilizaciones pacíficas pero ha sido muy contundente cuando ha asegurado que "las actitudes que se produjeron ayer no son admisibles, no las queremos en nuestra ciudad y pedimos a todas aquellas personas que las produjeron, que algunas de ellas vinieron de fuera de Sant Cugat, que no son bienvenidas en nuestra ciudad para producir estos disturbios".

Por último, la alcaldesa defendió la actuación de la Policía Local, ya que "respetaron a aquellas familias que querían expresar libremente su posición" e "intentó contener a los colectivos violentos".