El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, emprenderán a partir de octubre los trabajos para una reforma de la Constitución que podría pasar por la delimitación competencial de autonomías y Estado. Los partidos quieren constituir un grupo de juristas que elabore un borrador de puntos comunes y ver si pueden sumar a otros grupos como el Partido Popular, Podemos y los nacionalistas. Ambos manifiestan su compromiso con la unidad de España, pero insinúan reticencias a la hora de aventurar escenarios el 1 de octubre.

"Estamos juntos en la defensa de las leyes democráticas, podemos estar al lado del Gobierno, pero queremos estar informados", ha dicho Rivera tras un encuentro que ha durado una hora y veinte minutos. El político catalán ha constatado que existe una triple entente entre las fuerzas unionistas -PP, PSOE y Cs- para oponerse al referéndum, pero ha huido en todo momento de asegurar si secundaría la aplicación del artículo 155 en Catalunya. "No nos pongamos la venda antes de la herida, no daré este gusto a Puigdemont cuando las empresas de urnas ni siquiera quieren fabricarlas", se ha jactado.

El portavoz del PSOE, José Luis Ábalos, comparte la negativa a la autodeterminación y ha reiterado la necesidad de "crear espacios de diálogo" con el soberanismo, instándoles a "salir de las trincheras". Las palabras de Ábalos llegan después de que el mismo Sánchez afirmara que no creía que se tuviese que llegar a la aplicación del 155, en medio de la tormenta de los alcaldes díscolos del PSC a favor del referéndum. Los socialistas catalanes no ha surgido durante la reunión, porque según Rivera es un asunto interno, pero el de Cs asegura que ve compromiso en Sánchez frente al 1 de octubre.

La negativa al referéndum une a los dos líderes que hace más de un año firmaron un acuerdo de gobierno fallido. No es una goma suficiente, sin embargo, como para garantizar el acercamiento total en el ámbito territorial. El mismo Rivera ha reprobado el giro plurinacional de los socialistas y ha dicho que él no pensaba incluir la idea de "nación de naciones" en la reforma constitucional, ni tocar el artículo 1 para que España "perdiera" la soberanía nacional. Por contra, la formación naranja propone cerrar la lista de competencias de la carta magna, y los socialistas tienen esta medida en el acuerdo de Granada, así como revisar la financiación autonómica.

Ábalos, sin embargo, rebaja expectativas ante la reforma de mínimos que se vaticina. Los temas que Rivera ha puesto encima de la mesa son la supresión de los aforos, algo que hasta ahora el PSOE no defendía; la reforma de la ley electoral; o la limitación de mandatos –que Cs pactó con Mariano Rajoy a cambio de su sí en la investidura. Rivera afirma que no quiere excluir al Gobierno ni a nadie de la mesa de negociación, y se ha marchado tranquilo del encuentro porque en ningún momento se ha hablado "ni de mociones de censura, ni de cambiar gobiernos."