Si el gobierno español impidiera "físicamente" el referéndum, el conseller de Exteriors, Raül Romeva, no descarta una declaración unilateral de independencia. Así se ha expresado en declaraciones al austríaco Die Presse, donde también ha asegurado que "el referéndum se llevará a término", a pesar de afirmar que después del resultado de las elecciones del 27 de septiembre del 2015, el Govern ya tiene "el mandato" para independizarse.

El conseller también hace una defensa encarnizada del referéndum y asegura que es un "deber democrático" realizarlo cuando el 80% de la población está a favor. Además, y citando el ejemplo de Londres con el referéndum escocés del 2014, asegura "que es así como se soluciona pacíficamente un conflicto en el siglo XXI". Romeva también recuerda que en Escocia el "no" se impuso, después de que "los dos bandos pudieran exponer sus argumentos de manera pública", y asegura que en Catalunya también se aceptaría el resultado.

"Amenazas" de Madrid

En un extenso artículo con declaraciones del conseller publicado en una de las principales cabeceras de Austria, Romeva también ha criticado que el Govern sólo recibe del Estado "amenazas, quejas y bloqueos". Sin embargo, ha vuelto a instar al Ejecutivo de Mariano Rajoy a poner sobre la mesa "argumentos convincentes".

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El conseller también denuncia que desde Catalunya se tiene "la sensación que no se nos escucha" y que Madrid cada día nos degrada. Como ejemplos de la situación, se cita el bloqueo a leyes catalanas, la judicialización del procés llevando a los tribunales políticos catalanes como la presidenta del parlamento, y se asegura que las tensiones se ha agravado después del bloqueo en el Estatuto.

Unión Europea

Romeva también ha aprovechado la entrevista con Die Presse para rechazar el argumento que Catalunya quedaría fuera de la Unión Europa, y ha recordado que eso "afectaría a toda la UE" por lo que ha asegurado que tanto Bruselas como Madrid tendrían que negociar con el Govern. Además, también recuerda que Catalunya produce un 2% del PIB. "Los catalanes son ciudadanos europeos. Eso quedará así. Sobre lo que tenemos que negociar, es la condición de Estado", defensa Romeva.