El rey Felipe VI ha puesto los Juegos de Barcelona como ejemplo del resultados de la "solidaridad y el compromiso de todos" y "de la unidad de todos en torno a un proyecto que contó con la colaboración de todas las Administraciones". El monarca no ha hecho ninguna referencia al proceso político que vive Catalunya pero ha acabado su intervención reafirmando su convicción "de que todos juntos continuarán nuestra trayectoria impulsando, mejorando y haciendo crecer el progreso que hemos sabido conseguir durante décadas de esfuerzo solidario, de espíritu de concordia y de confianza en el futuro".

Ha sido durante el acto de conmemoración del 30 aniversario del Centro el Alto Rendimiento (CAR) que ha reunido esta mañana en Sant Cugat, al monarca con el president, Carles Puigdemont y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, además de los consellers Raül Romeva y Josep Rull, el ministro Iñigo Méndez de Vigo y el delegado del Gobierno, Enric Millo.

"Los Juegos Olímpicos del 92 pusieron de relieve ante del mundo y ante nosotros mismos lo que somos capaces de hacer y los grandes éxitos que podemos conseguir cuando trabajamos conjuntamente y en una misma dirección; cuando sumamos el esfuerzo de todos", ha asegurado en catalán.

El monarca ha recordado previamente la reciente conmemoración de las elecciones generales del 77 o del ingreso de España al Consejo de Europa como inicio de una etapa que representó la consolidación de la convivencia democrática y la afirmación y proyección de España; y ha situado los Juegos al lado de otros acontecimientos como el V Centenario del "Encuentro entre Dos Mundos", la Expo de Sevilla o la capitalidad Cultural Europea de Madrid para enfatizar en castellano que todos estos acontecimientos no fueron fruto de la improvisación o de una determinada coyuntura sino "una prueba evidente de una sociedad que avanza de la mano en todos los órdenes". "Fueron también el fruto del mayor espíritu de superación, el resultado lógico de un trabajo metódico y tenaz, y la consecuencia de una capacidad de previsión y planificación encaminada a conseguir la mejor proyección de España", ha asegurado.

"Fueron también el resultado de pensar a lo grande, en el interés general de un país y de una sociedad que afrontaba una apuesta crucial delante del mundo después de tan sólo 15 años de democracia", ha añadido.

Antes que el rey, ha sido el president Puigdemont quien ha tomado la palabra para destacar que los Juegos fueron reflejo de la sociedad catalana "acogedora, emprendedora, ilusionada, que siempre apuesta por el multilateralismo y en principios que fundamenta en el respeto, el diálogo y el pacto".

Puigdemont, que ha subrayado el "compromiso de lealtad y cumplimiento de todos las Administraciones implicadas", ha recordado que los Juegos permitieron mostrar la identidad y la cultura catalana en el mundo, con el catalán como lengua oficial. "Por eso, Catalunya siempre estará agradecida con el movimiento olímpico, abanderado de la paz y la libertad", ha subrayado.

Después de recordar que los Juegos del 92 se empezaron a gestar en 1924 con la primera candidatura de Barcelona y la de 1936, "abortada por la Guerra Civil y la imposición de la intolerancia", el president ha apuntado que con la mirada puesta al futuro, Catalunya no descarta "una nueva cita olímpica".

Con esta parlamentos se ha cerrado un emotivo acto de recuerdo de los Juegos y de la creación del CAR de Sant Cugat donde se ha evocado también la proyección que representó aquella cita para la proyección de Catalunya.