El rey emérito, Juan Carlos I, se ha cabreado con su hijo, Felipe VI. El motivo: el hecho -ciertamente, sorprendente- que no lo hayan invitado al solemne acto de celebración de los 40 años de las primeras elecciones democráticas, las del 15 de junio de 1977, pese a su histórico papel de artífice de la transición española. De hecho, Juan Carlos ha sido directamente vetado por la Casa del Rey.

Así lo ha hecho saber el entorno del monarca al diario El País. Las explicaciones que le han dado -referentes al protocolo- no lo han convencido de ninguna manera: "Más que irritado, según sus allegados, [Juan Carlos] se ha mostrado estupefacto", relata la edición digital de la cabecera de referencia del grupo Prisa.

La indignación del monarca ha llegado al punto de quejarse de que "incluso han invitado a las nietas de la Pasionaria", en referencia a la legendaria dirigente del PCE, Dolores Ibárruri, que, junto con el poeta y también comunista Rafael Alberti presidió la mesa de edad de las primeras Cortes democráticas. Fue después de que Juan Carlos I y el presidente Adolfo Suárez pactaran con Santiago Carrillo la legalización del Partido Comunista.

Ceremonia por televisión y "a medias"

El anterior jefe del Estado incluso se había reservado esta semana en su agenda para poder asistir al acto del Congreso, en el cual tenía interés en coincidir con los veteranos dirigentes de la transición que han asistido. Pero finalmente sólo ha podido ver la ceremonia "a medias, por televisión". En los parlamentos de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y del rey actual, Felipe VI, su figura ha sido, sin embargo, alabada.

Pero no ha sido el Congreso quien le ha impedido asistir. La exclusión ha venido de la propia Casa del Rey, que encabeza su hijo, y que ha alegado motivos protocolarios. La anomalía consistía en el hecho de que coincidieran un rey en ejercicio y otro emérito en un acto de tanto valor constitucional. Cuando el monarca se dirige al pleno, no hay lugar, según esta costumbre, para el rey anterior. Y, de hecho, fue el mismo Juan Carlos I quien impuso este criterio desde la proclamación de su hijo como rey tras su abdicación, ahora ha hecho tres años.

En cualquier caso, todo indica que el rey emérito hace días que no las tenía todas consigo, como demuestra el hecho de que -siempre, según el citado diario- contactara con la presidenta del Congreso, Ana Pastor. Ella misma lo informó de que se estaba intentando acomodar el protocolo para que pudiese asistir al acto. Pero, finalmente, Juan Carlos I se ha caído de la lista de invitados.