El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, anunció tras el 1-O una iniciativa parlamentaria para reprobar a la vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, por la gestión sobre Catalunya. Después de aplazarla una semana, ahora la acción se ha retirado sine die.

La iniciativa parlamentaria desaparecerá del orden del día del pleno de esta semana y, aunque podría aplazarse a la siguiente, los socialistas no quieren por ahora que este debate se produzca. La razón sería que gobierno español y PSOE están trabajando juntos para aplicar el artículo 155, después de que previsiblemente el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, no negará haber declarado la independencia.

Esta es la segunda vez que se aplaza la posible reprobación de Santamaría: ya se hizo la semana pasada después de que Rajoy decidiera comparecer en el Congreso por la crisis catalana. Ahora, apunta ElDiario, no hay intenciones de recuperarla.

La apuesta de Sánchez para reprobar a Santamaría, de hecho, no fue bien acogida entre los actuales cargos socialistas. Tampoco entre antiguos exdirigentes como el exvicepresidente español Alfonso Guerra. La cuestión es que la táctica del secretario general Pedro Sánchez suponía un golpe en la línea de flotación del Ejecutivo y una jugada a largo plazo para señalar políticamente a quien ha estado a menudo considerada como una de las potenciales sucesoras del presidente al frente de la Moncloa, esta es, Santamaría.