El Tribunal Constitucional ha suspendido cautelarmente la parte de la reforma del reglamento del Parlament que contemplaba la lectura única, pero no la que adelantaba quince días el inicio del nuevo periodo de sesiones. De esta forma, este miércoles ha empezado el nuevo curso político. Pero no como estaba previsto en el guion del proceso: la Mesa de la cámara ha decidido retrasar la tramitación de la ley del referéndum. La estrategia ha cambiado. El Govern juega con el tiempo, el único elemento que controla completamente.

La norma, que fue presentada en sociedad el pasado 4 de julio en un acto en el Teatre Nacional de Catalunya, entró en el registro del Parlament el 31 de julio, antes de acabar el anterior periodo de sesiones. Sin embargo, aunque así constaba en la hoja de ruta soberanista, este miércoles no fue incluida en el orden del día de la reunión de la Mesa, y no se ha acabado tramitando. El momento en que esto pase se iniciará el choque frontal con el Estado. 

Es por esto que el Govern está estudiando muy bien cómo actúa, porque la Moncloa está esperando para responder. De hecho, el ejecutivo de Rajoy no descartaba celebrar un consejo de ministros extraordinario este miércoles si el Parlament tramitaba la ley, para impugnar este trámite. Finalmente lo ha celebrado, pero por otra carpeta catalana: la huelga del aeropuerto de El Prat.

Optar por la aplicación el artículo suspendido del reglamento supondría entrar en una clara desobediencia

Este mismo miércoles también se ha reunido de forma extraordinaria el pleno del Tribunal Constitucional, que ha mantenido la suspensión cautelar de la lectura única. De esta forma, queda una vía menos -la de la lectura única, en un solo pleno- para aprobar la ley del referéndum. Optar por esta vía supondría entrar en una clara desobediencia (y asumir los riesgos).

"No hay obligación de incluirla dada la complejidad de esta ley y estoy valorando cómo lo hacemos", justificaba Carme Forcadell este miércoles, tras la reunión de la Mesa. Y la presidenta del Parlament añadía: "No hay nadie inocente y sabemos la situación de judicialización de la política que estamos viviendo".

Diferentes vías

Todavía se tiene que ver por qué vía se acabará aprobando la ley del referéndum. A pesar de la reforma del reglamento, Junts pel Sí y la CUP solicitaron que se tramitara por urgencia extraordinaria (no por lectura única). Eso recorta considerablemente los plazos habituales - "la mitad de la mitad" -, pero también hace que si un solo grupo de la oposición pide un dictamen en el Consell de Garanties Estatutàries (CGE), el procedimiento se detenga un mes. No se llegaría a tiempo para convocar el referéndum para el 1 de octubre.

El independentismo contempla otras vías para acabar aprobando la ley del referéndum. Una de estas opciones es el artículo 81.3 del reglamento, que permite modificar el orden del día de un pleno y los procedimientos previstos para la tramitación si la mayoría de la cámara lo avala. Este artículo contempla que "si se tiene que incluir un asunto, este tiene que haber cumplido los trámites reglamentarios que le permiten ser incluido, salvo un acuerdo explícito en sentido contrario, por mayoría absoluta".

Es la mayoría absoluta que suman Junts pel Sí y la CUP, con 71 diputados. Esto permitiría incorporar, votar y aprobar la proposición en el mismo pleno, saltándose todos los trámites (publicación en el Butlletí Oficial del Parlament, debate a la totalidad o tiempo para pedir un dictamen al CGE, por ejemplo). Con esta opción podría tramitarse justo antes del pleno del 6 y 7 de septiembre, cuando está prevista la aprobación de la ley.

Junts pel Sí no descarta ninguna de las vías posibles para aprobar la ley del referéndum

El resto de vías exigen que la iniciativa la tome el Govern, un hecho que se quiere evitar para repartir más las responsabilidades entre el legislativo y el ejecutivo. Por una parte, la lectura única sí es válida cuando se trata de un proyecto de ley que parte del Govern, que podría llevarla al Parlament. Por otra parte, podría aprobarse por decreto-ley, que el Parlament tendría un mes para convalidar en el pleno, pero que sería vigente una vez lo aprobara el ejecutivo de Puigdemont.

Junts pel Sí no descarta ninguna de las alternativas. "Las vías que pueden llevar a la aprobación de la ley del referéndum quedan absolutamente abiertas todas", afirmaba Lluís Corominas, presidente del grupo parlamentario de JxSí, este miércoles en una entrevista con la ACN.

Antes o después

Otra incógnita que hay sobre la mesa es cuándo se acabará aprobando la ley de transitoriedad jurídica, la que tiene que permitir la 'desconexión'. El guion tiene previsto que, como la ley del referéndum, la norma sea presentada en un acto público a finales de agosto y que entre en el registro del Parlament antes de la primera semana de septiembre. El debate gira en torno a sí se debe aprobar antes o después del referéndum del 1 de octubre.

Hay división en el seno de la mayoría independentista. Por un lado, hay ERC y la CUP, que quieren aprobarla antes de la votación, porque consideran que así se garantiza la "irreversibilidad" del proceso y se aplica el resultado que salga de las urnas. En el PDeCAT prefieren aprobarla después del 1-O.

Hay división en el seno de la mayoría independentista del Parlamento sobre si la ley de transitoriedad se tiene que aprobar antes o después del referéndum

La presión de los partidarios ya ha empezado. "Podemos imaginar que la ley de transitoriedad se apruebe durante la campaña del referéndum", planteaba la diputada de la CUP Anna Gabriel este martes. El miércoles se sumaba, desde las entidades soberanistas, Jordi Cuixart, que pedía aprobarla antes del 1 de octubre. El presidente de Òmnium Cultural defendía que "es clave" que sea así porque "así se ha acordado".

Por el momento, como con la ley del referéndum, no se sabe cuándo será tramitada, ni por qué procedimiento se optará. Ni siquiera ha iniciado su recorrido parlamentario, porque no ha entrado en el registro del Parlament.

Una vez aprobada la ley del referéndum, con o sin ley de transitoriedad, hay una incógnita final: cuándo firmará el presidente de la Generalitat el decreto de convocatoria del referéndum del 1 de octubre. Para el día 15 de septiembre, tras una Diada que se espera nuevamente multitudinaria, hay previsto el inicio de la campaña. Por ahora, sólo la del 'sí'.