La Razón intentó engañar con su portada del día siguiente a la huelga del 8-N, en que explicaba a sus lectores que "los radicales han vuelto a utilizar bebés en sus protestas". En la foto de portada se veía a cinco menores, de no más de cinco años, sentados en medio de la C-32 con un cartel de "Libertad presos políticos" en el suelo. Maldito Bulo, una cuenta de Twitter dedicada a desmentir falsedades y rumores, demuestra que los manifestantes no cortaron la carretera con los chiquillos, que estaban a 150 metros del punto de corte, en la salida Mataró Oest. A los niños los dejaron lejos del corte después de invadir la autopista. Así se explica la falsedad de aquella portada: