El presidente Mariano Rajoy ha participado este lunes en un desayuno informativo en Madrid, donde se ha abstenido de vertir ninguna opinión sobre el enfrentamiento entre Mossos d'Esquadra y ciudadanos, que estaba teniendo lugar en paralelo en Lleida, como consecuencia del traslado de los bienes de Sijena. "Las resoluciones judiciales se tienen que cumplir y si alguien quiere sustituir al juez que lo diga, pero no sería un Estado de derecho, sería otra cosa. Cada uno tiene que ser responsable de aquello que hace. No creo que nadie me pida cosa diferente que no sea cumplir la ley", ha respondido.

El traslado de los bienes tiene lugar en medio de la aplicación del 155 en la Generalitat y una vez el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes facilitó que se obedeciese la sentencia del juez para dar salida a los bienes del Museo de Lleida. Así lo ha recordado el ministro Íñigo Méndez de Vigo, presente en el desayuno, quien ha considerado que los Mossos estaban "garantizando el orden y lo harían bien" y ha añadido que los funcionarios del museo actuaban con "profesionalidad". El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, sin embargo, ha considerado que el procedimiento se estaba realizando con "prudencia".

Así las cosas, el presidente no ha querido aventurar el escenario sobre qué pasaría si el nuevo Govern de la Generalitat es independentista y retoma la DUI. "Esto de la unilateralidad no se sabe exactamente qué es... pero si implica saltarse la ley, las resoluciones judiciales, convocar un referéndum ilegal... Eso no se tiene que hacer, está muy mal", ha lamentado. Si bien, Rajoy ha avisado de que "el Estado tenía mecanismos para defenderse", después de que el PSOE dejara hace unos días la puerta abierta a mantener el 155 tras las elecciones del 21-D y en el PP lo hicieran hace semanas, como explicó El Nacional.

Con la coyuntura de los comicios en el frente, el jefe del ejecutivo tampoco ha opinado sobre las encuestas que vaticinan un desplome del PP catalán, recordando que en otras ocasiones no habrían acertado. Así y todo, ha reivindicado que los populares serían necesarios para construir "cualquier alternativa constitucionalista", aunque no se ha mojado sobre si antes cederían el voto a Ciutadans y Inés Arrimadas o a Miquel Iceta y el PSC. También ha insistido, como ya hizo en Lleida, en que el suyo era el "voto útil" que permitió a España superar "una crisis económica de caballo" y frenar al independentismo.

Sobre el nuevo sistema de financiación, Rajoy ha instado al PSOE a darles el apoyo para que prospere, ya que gobierna en varias comunidades, por lo que Rajoy prefiere que goce de consenso. "No tenemos los votos", ha reconocido además. Eso llega ante el incumplimiento del compromiso del Gobierno durante la conferencia de presidentes de enero, cuando aseguró que antes de que acabara 2017 se habría emprendido el nuevo proyecto. Ahora sin embargo, este apunta hacia principios de 2018, en medio de las críticas de una mayoría de comunidades de PP y PSOE por la financiación y el cupo vasco.

Cuanto a los presupuestos del próximo año, el jefe del ejecutivo se ha mostrado optimista y ha reconocido conversaciones con Cs, el PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias, que continuarán en enero bajo la idea de conseguir "un acuerdo razonable", como lo ha calificado Rajoy.