El presidente del Gobierno Mariano Rajoy ha pedido al president catalán, Carles Puigdemont, que renuncie al referéndum del 1 de octubre después de la macrooperación policial que ha llevado a la detención de 14 altos cargos del Govern. En una declaración institucional leída en el Palacio de la Moncloa, tras la cual no ha admitido preguntas, Rajoy ha advertido a las autoridades catalanas que "están a tiempo de evitar males mayores". Fuentes del ejecutivo aclaran que esta es "otra oportunidad" del presidente para que abandonen el referéndum y eviten así una nueva respuesta del Estado, después de que las fuerzas de seguridad hayan "desactivado" su logística.

"No es una demanda política, aquello que está en cuestión son los propios fundamentos de la democracia, donde siempre hay vías para canalizar las voluntades políticas. No es democracia votar la creación de un proyecto excluyente, sino todo lo contrario, es una imposición, una injusticia", ha dicho Rajoy sobre la demanda del soberanismo y del independentismo de decidir la creación de un Estado propio. Aquí se ha jactado de que las instituciones –policía, fiscalía, jueces– habían demostrado durante este miércoles la capacidad para parar "a aquellos que quieren infringir" las reglas de convivencia.

Por ese motivo, el jefe del ejecutivo ha elevado el tono y ha advertido a Puigdemont sobre abandonar esta "escalada de radicalidad y de desobediencia". "Renuncien, están a tiempo de evitar malos mayores, a nadie le beneficia este envite constante a la justicia y a la ley", ha sentenciado. Fuentes de la Moncoa recuerdan aquí las palabras de Rajoy en Barcelona, cuando dijo que les obligarían a hacer "aquello que no quieren hacer". "Persistir es un error de cálculo", añaden las fuentes, las cuales aseguran que en caso de declaración unilateral de independencia, el Estado lo impediría. "No están por encima de todo eso", ha remachado.

Frente a este escenario, Rajoy ha tenido un guiño con el PSOE –el día después de su patinazo en el Congreso con la negativa a votar favorablemente a una proposición en apoyo al envite de las instituciones estatales por el referéndum, como proponía Ciudadanos. "Quiero agradecer la colaboración y el apoyo de las fuerzas políticas que saben que eso no es un apoyo al Gobierno, sino al estado de derecho y a los españoles", ha reconocido el presidente. "Es momento de defender la Nación y no ponerla en duda", ha zanjado en alusión a los socialistas.

Palabras menos amables ha tenido para Podemos, después de que esta formación haya capitaneado algunas de las protestas en la calle, como la de este miércoles por la tarde en la Puerta del Sol de Madrid. "A aquellos que aprovechan el desafío independentista para generar inestabilidad en las calles y en las instituciones, tienen que saber que tendrán que responder por su deslealtad en un momento tan decisivo de la vida política", ha denunciado. Así y todo, fuentes de la vicepresidencia se muestran tranquilos porque afirman que la formación morada no arrastrará al PSOE para hacer caer el gobierno de Rajoy.

Así las cosas, el jefe del Gobierno ha insistido al Govern sobre que pusiera freno a sus "actuaciones ilegales y propósitos", en alusión a un referéndum que creen haber desmantelado: "Ya no se puede celebrar, nunca fue legal ni legítimo, no es más que una quimera imposible", se ha vanagloriado. Aquí, las fuentes indican que no contemplan un referéndum telemático, después de que la Guardia Civil haya incautado 10 millones de papeletas. "Si fuera informático...", dicen, como afirmando que se sabría fácilmente a través de los servicios del Estado, algo que diferenciaría el 1-O del 9-N, a su parecer.