El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, asegura que no tiene "nada que apuntar" sobre la alcaldesa de Barcelona, aunque este sábado haya recibido a los más de 700 alcaldes decididos a colaborar activamente con el referéndum del 1 de octubre.

Rajoy ha sostenido que Colau "ha dicho que no cederá locales para la celebración" del referéndum, por lo cual "no hay nada que decirle". "Mientras no los ceda, nada que apuntar sobre ella", ha considerado Rajoy, que ha sugerido que "ella quizás tenga que decir a los alcaldes que hagan lo mismo que ella dice que hará". Asimismo, ha reclamado a los dirigentes catalanes que dan apoyo el referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional que reflexionen y vuelvan "a la racionalidad y a la legalidad".

"Que cumplan la ley"

Antes de participar en un acto de homenaje a Gerardo Fernández Albor, primer presidente autonómico gallego, por su centenario, el jefe del Ejecutivo ha dicho que no quiere entrar en polémicas ni con el presidente de la Generalitat ni con nadie y ha recordado a los alcaldes catalanes que dan apoyo la consulta que sólo tienen que hacer una cosa: "Que cumplan la ley".

Sobre nuevas acciones que pueda llevar a cabo el Gobierno español para evitar la celebración del referéndum ha evitado hablar sobre "lo que puede pasar en el futuro", si bien ha reiterado que no se celebrará porque es "la liquidación de la voluntad mayoritaria de los españoles, de los derechos de la inmensa mayoría."

El presidente del Gobierno español ha incidido a pedir a los alcaldes catalanes que dan apoyo la consulta y que esta mañana se han concentrado en Barcelona que es "razonable pedirles que no colaboren en la celebración de un referéndum ilegal".

Mensaje de tranquilidad para los que no quieren el referéndum

Además, Rajoy ha aprovechado su intervención para pedir a los ciudadanos de Catalunya "que no están de acuerdo con lo que están haciendo" a sus dirigentes que estén "tranquilos" porque "se respetarán sus derechos".

"Pueden estar tranquilos. Es una situación no agradable, pero tengo la certeza de que las cosas volverán a su curso y me gustaría que fuera de manera voluntaria por los que han iniciado el espectáculo que" estamos "viendo", ha añadido.

Finalmente, ha asegurado que "lo que pasó" en el Parlament catalán los días 6 y 7 de septiembre "fue de una gravedad enorme porque allí se liquidó en pocas horas la Constitución Española, el Estatuto de Catalunya y se estableció una nueva legalidad, cosa para la cual evidentemente no están facultados". "Y lo más grave -ha continuado- fue que se hizo pisando los derechos de los militantes y los diputados de varios partidos que no estaban de acuerdo".