Según una encuesta realizada por PIMEC en 400 empresas, entre el 14 y el 16 de octubre de 2017, 8 de cada 10 pymes no se plantea trasladar su domicilio social fuera de Catalunya. A estas alturas, sólo un 1% habría cambiado su sede en otros puntos del Estado, es decir, unas 1300 empresas, según ha informado el presidente de PIMEC, Josep González. Además de este 1%, hay un 2,2% que se plantea hacer el cambio, un 79,3% no tiene previsto hacerlo y el 1,8 restante no lo sabe.

En la rueda de prensa de este viernes, González, ha quitado hierro al movimiento, ya qué el cambio de domicilio no implica el "traslado de la actividad" pero si se produjera si que afectaría a la economía real de Catalunya y ha asegurado que el hecho "tiene una importancia más bien sentimental o de propaganda". Sobre si el debate político genera inquietud financiera en las pymes, el 54% ha dicho que no por un 46% a quien si que preocupa el conflicto político.

Por su parte, el director del Observatorio de la Pimec, Modesto Guinjoan, ha explicado que los motivos para cambiar de domicilio social pueden ser muchos pero uno de los más importantes es el miedo que tienen algunos empresarios al boicot que pueden sufrir sus productos. En este sentido, el presidente González ha criticado al gobierno español porque está "aprovechando" la situación para facilitar la salida de empresas de Catalunya y eso, según él, dificulta el diálogo. "Estos políticos no saben dialogar. El mundo empresarial está decepcionado por la incapacidad política a la hora de buscar soluciones como los empresarios estamos acostumbrados a hacer" ha lamentado.

Por último, González ha criticado las declaraciones alarmistas del presidente de Fomento de Trabajo, Joaquim Gay de Montellà, considerándolas de "catastrofistas" y de "imprudentes", ya qué el momento necesitado responsabilidad. El gobierno central tampoco se ha entregado y el presidente de la PIMEC ha considerado "poco rigurosas" las revisiones en la previsión del crecimiento del PIB, que redujo en 3 décimas el crecimiento del 2018, atribuyendo la bajada a la situación política catalana.