El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reaccionado a la impugnación que ha impulsado el Gobierno español contra las resoluciones del Parlament relativas al referéndum, que surgieron del debate de política general. Para Puigdemont "no es ninguna sorpresa" y la del Estado es una reacción "previsible".

Pero eso no quita que el president considere inadecuada la impugnación. "Hace pocos días yo fui a Madrid reclamando diálogo, haciendo propuestas, esperando una correspondencia, y más después del refuerzo conseguido con la cadena de confianzas y el debate de política general. Y la respuesta del Gobierno español es una cadena de impugnaciones", ha considerado.

En este sentido, Puigdemont ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que el Gobierno español haya impulsado esta impugnación para mostrarse más firme contra el independentismo y parecer así más amable con el PSOE, de quien espera una abstención en el Congreso para poder investir a Mariano Rajoy.

"No sé si es un mensaje para hacer más edulcorado el apoyo del PSOE a la investidura de Rajoy, porque en medio del escándalo del 3% de la Gürtel supongo que le debe ser más difícil a los socialistas cumplir con su compromiso de hacer a Rajoy presidente, y quizás así el PP piensa que le dará una excusa más digerible por lo que se tiene que tragar el socialismo español", ha comentado desde el Saló Nàutic.

Eso, sin embargo, no saca que Puigdemont vea otras intencionalidades detrás de la decisión del Gobierno español. "A toda propuesta y oferta catalana de diálogo y negociación le corresponde su impugnación española. Este camino de judicialización de la política es el inverso al de llegar a acuerdos, y no tiene efectos prácticos para parar la voluntad del pueblo de Catalunya, más bien tiene el efecto contrario", ha sentenciado.