El nuevo portazo con que el jefe del ejecutivo español, Mariano Rajoy, ha respondido hoy a la carta que este miércoles le hizo llegar el president, Carles Puigdemont, emplazándolo a sentarse a negociar una salida a la reclamación catalana del referéndum no ha gustado al Govern. "No es la respuesta que esperábamos ni sirve para resolver o encauzar la situación", ha reprochado el president durante su intervención en la conferencia inaugural de la reunión anual del Círculo de Economía.

"Sin diálogo y sin pacto no se puede llegar a soluciones que vayan en interés de la gente", ha advertido.

Previamente, Puigdemont ha escuchado como el presidente del Círculo de Economía, Juan José Brugera, le reclamaba que el debate político se acomode al marco legal. "¿Por qué no acudir al Congreso?", le ha pedido recogiendo la misma fórmula que propone el Gobierno español y que hoy repetía una vez más Rajoy en su misiva.

Tan pronto ha empezado su intervención, Puigdemont ha recordado que el Govern ha hecho llegar al ejecutivo español una propuesta "de buen tono, razonada, serena, honesta y ambiciosa" para buscar una respuesta política a través del diálogo. Ha subrayado que se hizo así el lunes en la conferencia en Madrid que protagonizó él mismo con el vicepresident, Oriol Junqueras, y el conseller Raül Romeva; el martes en el acuerdo en este sentido adoptado por el Consell Executiu y el miércoles con la carta que dirigió a Rajoy.

Ha recordado las múltiples ocasiones en que el Govern, el Parlament y los grupos parlamentarios han planteado en las Cortes españolas la reclamación catalana sobre el referéndum y las negativas que una vez y otra han recibido por respuesta. No sólo eso, ha evocado el acuerdo que se cerró en el Congreso para el nuevo Estatut que posteriormente recortó el Tribunal Constitucional.

"Hay un largo camino recorrido que nos avala para poder decir que tenemos que hacer las cosas diferentes de como las hemos hecho hasta ahora y que no nos han permitido resolver la situación", ha remachado.

Según Puigdemont, la invitación a defender la propuesta del referéndum en el Congreso es "un falso amigo". El president ha subrayado que la cuestión a resolver es si los catalanes tienen o no derecho a votar sobre su futuro, tal como reivindica el Govern. Si es así, lo que hace falta es un acuerdo para "remover los obstáculos para hacer posible este derecho". "El método no puede ser el problema", ha advertido. Dado que, ha subrayado, si no se acepta que existe este derecho "no es razonable pensar que el Congreso levantará este veto".

La conclusión del president es, una vez más, que antes de ir a la Cámara española, "hace falta un acuerdo de los gobiernos que pueda recibir el consentimiento del Congreso" .