La campaña de Junts per Catalunya ha vivido esta noche un mitin especial en Parets del Vallès, la ciudad de uno de sus candidatos, el conseller Jordi Turull. Allí el cabeza de lista de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, ha llamado a votar "con criterios de estado independiente" mientras otros votarán con "criterio de provincia".

Según Puigdemont, la elección el 21-D es entre los que quieren consolidar Catalunya como nación en el concierto de las naciones independientes y aquellos que la quieren como provincia, con políticos provincianos y políticas provincianas que van a pedir permiso a la metrópoli. "Aquella gente que desde dentro de nuestras instituciones, cuando llame Rajoy a la puerta —o Soraya Sáenz de Santamaría o el ministro Zoido—, lo que harán será abrir y ni tan solo preguntar qué vienen a hacer, sino con actitud resignada, actitud alfombra, decir «traten de no hacer demasiado daño, que la gente se nos enfadará mucho», pero pasen, que eso es su casa", ha ironizado.

De hecho, el candidato, en línea con el discurso que está adoptando su campaña, ha situado al PSC como ejemplo de esta política más provinciana ante Rajoy. "¿Qué hará el señor Iceta cuando haya un conflicto entre el gobierno español y Catalunya? Pues exactamente lo mismo que ha hecho Àngel Ros: por un lado aprueba el 155 y por el otro se lamenta de que se lleven las obras de arte de Sijena", ha explicado.

Puigdemont ha asegurado que JuntsxCat puede contemplar los comicios con optimismo, dado que se ha situado como el "discurso más elocuente", aquel en que se refleja "la gente del 1-O", frente a candidaturas que lo que hacen es "abrir la puerta a que el 155 dure cuatro años".

"Las cosas nos van bien y nos irán mejor el 21-D, que es el dolor de barriga que tendrán algunos de la Moncloa, y quizás también por el palco del Bernabeu y algunas de estas empresas que se han dado mucha prisa de cambiar la sede social, y seguramente si hoy lo tuvieran que hacer, se lo pensarían dos veces", ha asegurado.

De hecho, según Puigdemont, en cada cita en las urnas el independentismo ha sido cada vez más fuerte y con este ritmo es "imparable". "La única forma que han encontrado, y seguro que no será suficiente, es intentar parar la democracia", ha asegurado.

Antes del presidente, ha sido el conseller Turull quien ha protagonizado lo que ha descrito como su mitin más difícil de toda la campaña, en su ciudad, donde ha querido agradecer el apoyo que ha recibido su familia durante los 32 días que ha estado en prisión.

El candidato, que ha tenido que interrumpir su discurso por la emoción, ha hecho subir antes de empezar su intervención a la esposa de Jordi Sànchez, que estaba en el teatro de Parets, donde se hacía el acto, para darle un abrazo y entregarle una rosa amarilla que le habían regalado.

Turull ha asegurar que las elecciones del 21-D no son una cuestión de partidos ni unas elecciones normales, sino que tienen que servir para "devolver las cosas en su sitio", es decir, Puigdemont al Palau de la Generalitat. Según el candidato, la diferencia entre los partidos que han votado el 155 y los que no, es que los primeros no son demócratas y los otros, sí.