El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha asegurado que su misión es lograr la independencia en el transcurso de los 18 meses, y que por eso, estaría dispuesto a pagar cualquier precio, incluso a "ir a prisión", y a asumir las consecuencias del mandato que le ha encargado el pueblo catalán. En una entrevista concedida al diario alemán Die Welt, el 130º presidente de la Generalitat repasa su infancia bajo la influencia del franquismo y su trayectoria periodística previa al salto a la política.

Puigdemont también analiza el desafío que supuso encabezar el proceso independentista a raíz de la situación de bloqueo a la cual se llegó con la CUP. A pesar de reconocer la fragilidad de Junts Pel Sí, considera sentirse muy orgulloso de presidir por primera vez a la historia una coalición independentista con mayoría parlamentaria en Cataluña.Puigdemont ejemplifica el momento actual del proceso en una escalera del 1 al 10: "Si la independencia es un 10, el referéndum un 9 y la convocatoria de elecciones constituyentes un 8, nosotros estamos en el 7".

España

 

De cara a las elecciones generales del cercano 26 de junio, Puigdemont descarta adoptar una postura neutral y admite que por Cataluña no es el mismo un Gobierno formado por el PSOE y Podemos que por el Partido Popular. Aún así, en la entrevista que ha concedido al diario italiano La Stampa, declara que cualquier intento de reforma constitucional es obsoleta desde el momento en que se rechazó el Estatuto. En cuanto a la Constitución española, asegura que no lo están desobedeciendo, sino "superando".

Europa

Por lo que concierne a las amenazas de exclusión de la Unión Europa por parte del Gobierno español, Puigdemont descartó el temor de un hipotético "Catexit" y se mostró convencido que Bruselas aplicará un "pragmatismo darwinià"para adaptarse a cambios como una Cataluña independiente o al "Brexit".

En esta línea, en declaraciones al diario británico The Guardian, Puigdemont, que se considera un ciudadano europeísta, ha afirmado que el proceso catalán mantiene parecidos con el "Brexit": manifiesta que mientras los catalanes reclaman una mayor demanda de soberanía, identidad y emancipación en Madrid, los británicos hacen el propio con Bruselas. Además, recuerda que en ambos casos no han recibido apoyo de los líderes europeos ante las campañas del miedo que han sufrido por parte de entidades bancarias. Puigdemont es partidario de la permanencia del Reino Unido a la Unión Europea, pero defiende que los británicos puedan escoger a las urnas el que quieren ser en un futuro.