Las amenazas contra Carles Puigdemont de dos civiles sobre un tanque del ejército español no son más que "chanza y burla" según un informe policial que no sólo desestima que se puedan considerar delito los hechos sino que además, culpabiliza a Puigdemont de las amenazas, ya que estas se habrían proferido "en un contexto previamente creado por la persona destinataria de su sarcasmo", es decir, el propio president de la Generalitat.

Así lo ha dado a conocer el mismo Puigdemont a través de un tuit, donde pública extractos de un oficio del ministerio español del Interior al tiempo que expone que mientras hay "personas inocentes en prisión preventiva por su ideología" y "se persiguen diputados, alcaldes, cantantes, mecánicos, mossos, programadores y payasos", a "dos personas subidas en un tanque profiriendo amenazas no les pasa nada".

Y es que el informe recoge una serie de perlas como que no queda justificada la apertura de un proceso penal porque el demandante -Puigdemont- "no ofrece ningún elemento o principio de prueba en que avale su verosimilitud, limitándose a afirmar su existencia sin ningún apoyo objetivo", aunque las imágenes son al alcance de todo el mundo y el mismo Ejército español admitió que efectivamente, habían tenido lugar con conocimiento de soldados y dentro de un recinto militar y abrió expediente sobre los hechos.

Asimismo, el informe justifica que en el actual "contexto", en que Puigdemont es "objeto de investigación por las Autoridades españolas por su abierta contradicción con el ordenamiento jurídico" hay espacio para los "comentarios ocurrentes, sátiras y bromas de la ciudadanía en la calle y, muy en particular, en las redes sociales".

Avala las amenazas contra el independentismo

El oficio sigue definiendo las amenazas sobre el tanque como "pequeña burla", y la compara con "la ironía de mil artículos de opinión, la chirigota carnavalesca o la ideación de territorios y gobiernos independientes [en referencia a Tabàrnia]", ya que "no es más que diferentes maneras de encarar un delirio que ya ha enfrentado gravemente a los habitantes de una misma tierra".

Finalmente, el informe toma parte a favor de los civiles que gravaron el vídeo defendiendo que "no consta en absoluto que el joven que ha hecho el vídeo lo haya colgado a la red social o la página web citadas en la denuncia", ya que en todo caso lo habría hecho correr "entre un grupo de amigos por watssapp [sic] o cualquier otro medio". De hecho, la policía justifica que si se tuviera que condenar el autor del vídeo "bajo el pretexto que al enviar a un amigo el mensaje este lo puede reenviar a otro (...) la represión por este concepto abarcaría límites orwellianos e irracionales".