No ha citado a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ni a los comunes, ni a CSQP pero tampoco ha hecho falta. El president, Carles Puigdemont, ha asegurado hoy durante un acto en Sant Joan Despí que en este momento en Catalunya los políticos se dividen entre los que quieren permitir votar y los que no. Y punto.

Lo ha hecho en un acto de la Asamblea Nacional justo el mismo día en que el TSJC ha aceptado las querellas de la Fiscalía contra el Govern por la aprobación de la ley del referéndum y el decreto que lo despliega, y poco después de que el primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello no aclarara si Barcelona cederá los locales electorales.

El president ha asegurado que la cuestión ahora no es si votar o no -que es una decisión que depende de cada uno-, sino poder votar o no poder votar. "Poder votar o no poder votar ya no depende de nosotros, depende de nuestros gobernantes", ha explicado. "Sabemos que el Estado español dice que no podemos votar, que los catalanes no somos mayores de edad, que Madrid saben mucho mejor lo que nos conviene", ha ironizado.

Ante esta situación, en Catalunya, según Puigdemont, hay dos tipos de gobernantes y representantes políticos, los que permiten votar y los que no quieren permitir votar. "La diferencia no es ideológica, de dimensión del partido político, es una diferencia de ética democrática. Hay dos tipos de políticos en Catalunya, los que dicen que permitiremos votar y los que dicen que no os permitirán votar", ha remachado.

Por esta razón ha reclamado a los presentes que pidan a sus políticos de los ayuntamientos o del Parlament - "porque los pagáis vosotros y os deben el rendimiento de cuentas a vosotros" - que les miren a los ojos y les digan si les permitirán votar. "La respuesta sólo puede ser o sí o no. Y los representantes políticos tienen que saber que los ciudadanos los interpelan con esta pregunta. No va de derechas o izquierdos, de orígenes, de área metropolitana contra Catalunya rural, no va de no sé cuántos apellidos... Que no os quieran confundir", ha asegurado.

El president ha aconsejado a los presentes que interpelaran a sus representantes con estas palabras: ¿"Tú político me dices que no puedo votar? Tienes derecho si crees que tu modelo de país consiste en decirme que no podré votar, tienes libertad de hacerlo, pero lo quiero saber, porque quizás te he votado una vez y no te votaré más. Quizás aquello que me dices que eres el defensor de la democracia, no me lo vuelvas a decir más. ¿Porque, como me puedes decir que tú defiendes la democracia cuando te digo, me dejarás votar, y me dices que no?", ha remachado.

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El president ha recordado que faltan 23 días para el referéndum. "En 23 días que nos separan del 1-O, todos sabemos que viviremos una carrera de obstáculos, seguro. Carrera de obstáculos de aquellos que dicen que están dispuestos a todo. No es cierto. Están dispuestos a ir a fiscalías, tribunales constitucionales, tribunales de cuentas... Pero no están dispuestos a dialogar y hablar, a reconocer que hay un problema político que, o lo resuelven o los pasará por encima", ha advertido.

No escatimaremos ningún esfuerzo

Enfrente de eso habrá también una "carrera de facilidades" -"no todo son problemas", ha ironizado- de aquellos que, según Puigdemont, están dispuestos también a hacerlo todo por el referéndum. "No escatimaremos ningún esfuerzo", ha garantizado.

El president ha asegurado que el Estado ha movilizado muchos recursos, "todo", para conseguirlo. "Ha hecho polvo la separación de poderes, ha utilizado las cloacas del Estado...", ha detallado.

Lo que realmente es sorprendente, a opinión del jefe del ejecutivo, es que haya quien ha llegado a la conclusión de que la democracia tiene como garantes aquellos que se la han cargado. En este punto se ha referido directamente al presidente español, Mariano Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaria, y sus representantes en Catalunya. ¿"Realmente alguien con dos dicho de frente piensa que es más garantía para la democracia y el autogobierno en Catalunya Rajoy que el pueblo de Catalunya"?, ha interrogado, levantando un no de los presentes.

"Cada vez que os miran a vosotros ven la cara de un golpista, les sale aquel fiscal que llevan dentro, aquella punción querellista, y cuando oyen que alguien pide una urna piensan que sois todos un grupo de golpistas", ha ironizado, asegurando que no engañan a nadie, sólo a aquellos que viven en la burbuja mediática del Estado.

Algunos arriesgaremos mucho. Algunos iremos hasta el final y os garantizamos que el Govern no os fallará. Pero os pedimos que no os dejéis engañar. Que no os dejáis engatusar por aquellos que no moverán nunca un dedo para dejaros votar, dejar decidir vuestro futuro y destino, que piensan que dando miedo, amenazando, conseguirán parar el deseo de votar", ha reclamado asegurando que la gente de la calle tiene un arma muy poderosa que es el derecho a votar.

Puigdemont ha advertido que aunque el Estado tiene mucho de poder y están dispuestos a utilizarlo, no tiene la fuerza de la gente, ni el de un proyecto atractivo.