Es uno de los programas electorales más cortos de los que se han presentado: un documento de tan sólo 18 páginas (incluida la portada). Pero ha sido el último partido que lo ha hecho público. Finalmente, en el tercer día de campaña, el PP ha presentado su propuesta para el 21-D: Una puerta al futuro. No son 155 propuestas, sino 150, entre las cuales hay la de "normalizar" la presencia del Estado en Catalunya o la de auditar las cuentas de la Generalitat durante los años de procés independentista. También hay algún reclamo, como el de convertir Catalunya en la "cocapital cultural" del Estado español.

"Normalizaremos la presencia del Estado y de los símbolos nacionales en Catalunya", asegura concretamente su medida número 14, que sigue así: "Expresaremos con naturalidad la realidad catalana, que es parte del proyecto español y europeo". Más adelante, en el punto 40, prometen que impulsarán que la Sindicatura de Cuentas "lleve a cabo una auditoría del gasto de la Generalitat durante los años de procés para saber qué parte del dinero de todos ha servido para dar cobertura al proceso independentista y exigir responsabilidades".

 

Juntamente a estas propuestas, quizás más innovadoras, hay otras más clásicas, como el sistema educativo catalán o TV3. Por una parte, se comprometen a una educación trilingüe y "sin adoctrinamiento". Por otra parte, dicen que "haremos de TV3 y Catalunya Radio unos medios plurales al servicio de una información veraz y neutral". Todo para acabar con "la monopolización nacionalista de las instituciones, los medios de comunicación y la sociedad civil".

También aparecen las "pretendidas estructuras de Estado independentistas", que quieren "desmantelar" completamente. Por otro lado, prometen "cerrar definitivamente las delegaciones de la Generalitat en el exterior", excepto la de Bruselas, y "suprimir todos los chiringuitos políticos".

Al final del programa, la candidatura de Xavier Garcia Albiol propone un "contrato con los catalanes", donde garantiza que ningún voto del PP "servirá para situar a un político independentista en la Generalitat o para celebrar un referéndum que separe Catalunya del resto de España". También se comprometen a que "las calles de Catalunya volverán a ser un espacio un espacio de encuentro cívico", y que trabajarán "para devolver el prestigio y la normalidad a todos los cuerpos policiales en Catalunya".