"Los trabajadores venían hasta mi mesa a preguntarme si podían utilizar la expresión 'fins i tot' en sus escritos". Con estas palabras, el director general de Política Lingüística del gobierno valenciano, Rubén Trenzano, describe la situación con que se encontró cuando llegó al cargo, como publica el rotativo Valencia Plaza.

"Me duele como valenciano decir eso", empezaba Trenzando por explicar que el PP de Valencia elaboró unas listas de palabras prohibidas y las entregó a sus trabajadores. Era un informe de entre dos y tres páginas "de palabras que no se podían utilizar", según explican fuentes de la Conselleria de Educación valenciana al medio citado, y lo entregaban a los técnicos, traductores y correctores.

"El criterio aplicado era incierto", relata el director general de Política Lingüística, y asegura que es precisamente por eso "que algunos hablan de palabras prohibidas y otras dicen que estaban marcadas ideológicamente".

Trenzano quiso dejar claros a los trabajadores de la Generalitat que "este no era mi cometido" y los dio toda libertad para escribir como quieran, siempre y cuando estas palabras "estén recogidas en el diccionario".

Trabajar para el castellanismo

En la televisión y radio valencianas también se había especulado sobre una lista de palabras prohibidas y se había hablado de hasta 543 palabras que no se podían decir como, por ejemplo, 'suborn', 'indignats' o 'atur'. Fue durante la época en que a RTVV mandaba el periodista Amadeu Fabregat y diferentes extrabajadores han denunciado que se estaba promoviendo "expresamente" el uso de castellanismos.

Los trabajadores de RTVV explicaban que, por ejemplo, en vez de 'indignats' tenían que decir 'acampados' y en vez de 'atur' o 'aturats', 'desempleados'. Sin embargo, no se ha encontrado ningún informe que documente las palabras exactas que se prohibieron, pero decenas de personas implicadas lo corroboran.