El gobierno de Mariano Rajoy deja un triste balance con respecto a la proyección exterior del Estado español. Como mínimo, en relación con la Unión Europea. Varias fuentes apuntan que en los últimos años, la influencia de España en las instituciones comunitarias ha caído en picado.

¿Desinterés o mala gestión? Difícil de determinar. Quizás las dos cosas con el añadido de los escándalos domésticos y la corrupción y la estocada final de un gobierno en interinidad que se arrastra desde el 20 de diciembre.

La soledad de los populares españoles

"El milagro de Europa" y "ejemplo de recuperación económica". Estos han sido algunos de los mensajes repetidos por los líderes del PP en clave interna durante la campaña electoral.

Lo cierto es que la fotografía que se hace en los pasadizos de las sedes de las instituciones europeas en Bruselas no tiene nada que ver con este discurso triunfalista que el PP ha repetido como un mantra. Fuentes consultadas por El Nacional advierten de la devaluación del rol de España, "lejos del peso que tenía, por ejemplo, en la época Zapatero", y de la mala imagen del gobierno Rajoy.

Sanción por el déficit

España también ha tenido el honor, junto con Portugal, de estrenar la lista de países sancionados para incumplir el objetivo de déficit después de cuatro prórrogas en cuatro años consecutivos.

El ministro de Economía en funciones, Luís de Guindos, ya ha presentado un documento de alegaciones para intentar que la multa sea la más baja posible. De Guindos argumenta que la recaudación durante el 2015 fue más baja de lo previsto y señala que, con "la herencia recibida", la política económica del gobierno español ha permitido reducir el déficit a la mitad. Habrá que ver cuál es la respuesta.

Cañete, una piedra en el zapato

Aparte de la poco acertada estrategia española en relación a Europa y de la sanción por el incumplimiento del déficit, la designación de Miguel Arias Cañete como comisario europeo de Acción para el Clima y la Energía ha incomodado al grupo de los populares europeos.

Cañete ha tenido que comparecer esta semana en la comisión de Asuntos Jurídicos del Europarlamento para salir al paso de las acusaciones de un caso de conflicto de intereses por haber condonado 40 millones de euros cuando era ministro a la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Aparte, su mujer ha aparecido en los Papeles de Panamá.

En Bruselas, es un secreto a voces que el mismo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, no se siente cómodo con la situación y podría tomar una decisión en este sentido.

Eurogrupo y BCE

Otra síntoma del descenso de la influencia de España en Europa ha sido la pérdida de representación en el Banco Central Europeo (BCE). España tuvo un representante hasta el 2012 pero no consiguió mantenerlo.

Tampoco triumfó con la maniobra para colocar a Luís de Guindos al frente del Eurogrupo. Su candidatura cayó en el último momento.

Reto del próximo gobierno

En este contexto, el próximo gobierno español tendrá que asumir el reto de recuperar el terreno perdido si no quiere que España acabe siendo un estado miembro que levita en la periferia de los órganos de decisión de la UE.