Con el referéndum del 1 de octubre a la vista, los diferentes partidos políticos tienen que posicionarse a favor o en contra de la consulta. Dando por hecho el posicionamiento de los partidos claramente unionistas y también de los independentistas, la duda está desde hace unos meses en qué harán el espacio de Podem y los comuns y aquí, los posicionamientos son contradictorios.

Mientras este viernes el líder de Podem Catalunya, Albano-Dante Fachin, ha asegurado que su formación participará activamente en el referéndum, el partido de Ada Colau y Xavier Domènech, Catalunya en Comú, votará este sábado no dar apoyo al referéndum del 1-O aunque sí a las movilizaciones por el derecho a decidir. Por si fuera poco, horas después de que Fachin hiciera público su posicionamiento, el líder del partido a nivel estatal, Pablo Iglesias, ha hecho unas declaraciones y lo ha desacreditado. Iglesias se ha mostrado más próximo al partido de Colau y ha asegurado que "si fuera catalán, no participaría en este referéndum".

Este posicionamiento contrario al referéndum anunciado por Puigdemont, sin embargo, contrasta con algunos de los posicionamientos que miembros de sus partidos han expresado públicamente los últimos años. Los ir y venir han sido constantes, y aunque gran parte de sus líderes apostaban por el referéndum (si hace falta con desobediencia al estado), ahora rechazan la unilateralidad y apuestan por esperar un pacto con el estado, ya que no ven el referéndum del 1-O con suficientes garantías.

Rabell y Coscubiela, referéndum en 2016

Tanto el presidente del grupo parlamentario de CSQP, Lluís Rabell, como su portavoz, Joan Coscubiela, aseguraron a finales del 2015, cuando todavía no se había constituido el Govern de Puigdemont, una reforma de la ley de referéndums para poder consultar al pueblo de Catalunya. En aquel momento, los dos se pusieron un límite de temas el año 2016 y aseguraron que si el pacto era imposible "y nos encontráramos en situación de bloqueo, naturalmente pensamos que el Parlament tendría que tomar la iniciativa y convocar uno la sociedad civil a emprender nuevas y más enérgicas movilizaciones ciudadanas para exigir este referéndum".

Colau no podía esperar

Los líderes de CSQP en el Parlament, sin embargo, no son los únicos. También la misma alcaldesa de Barcelona y principal impulsora del partido Catalunya en Comú, Ada Colau, había posicionado claramente a favor del referéndum. En su caso, aseguraba "no poder esperar" para decidir y que su espacio político haría "mucho más que Convergència i Unió" por el derecho a decidir y que llegaría "hasta donde haga falta".

Iglesias y la desobediencia

Finalmente, también Pablo Iglesias ha apostado en varias ocasiones por la consulta incluso contra la voluntad del Estado. El pasado 12 de octubre, por ejemplo, comparó en un programa de televisión la desobediencia de las mujeres cuando no se les permitía votar con el procés.

Además, en 2015 Iglesias aseguró que hacía falta un referéndum en Catalunya antes de un año.

Este viernes, sin embargo, se ha mostrado contrario a la convocatoria del 1-O y ha asegurado que si fuera catalán no votaría en el referéndum.