La organización independentista Poble Lliure, integrada en la CUP, ha propuesto la creación de Grupos de Defensa Territorial que tienen que servir para luchar contra la "represión" del Estado y en defensa de la República catalana.

La organización recoge esta idea en el libreto 2017. Referèndum i República, sobre los próximos pasos y retos del proceso de independencia, del que ha imprimido 5.000 ejemplares y a través del cual invita a la "máxima preparación, conciencia, organización y movilización" para encarar los próximos meses del 2017.

En el documento, también reclaman "unidad de acción estratégica" y evitar "traiciones" o "desviaciones" del objetivo final. "No puede haber fisuras", apunta tanto en alusión al trabajo por el referéndum como en la defensa de los cargos electos y los objetivos.

La voluntad de la organización es ofrecer un documento "sintético y claro" en un 2017 que tiene que ser "decisivo en el camino hacia la ruptura democrática". "Celebrar un referéndum sólo depende de nosotros", apunta, al tiempo que afirma que el principal obstáculo es el Estado español. En este sentido, acusa al Estado de combinar la "represión", a través de la judicialización, con la "guerra psicológica". "Nos tenemos que conjurar por ser más fuertes que el Estado y transmitir credibilidad y seguridad", establece.

Dos fases de movilización

Poble Lliure defiende que una parte esencial del camino a seguir es la movilización permanente y concreta que tiene que tener dos fases: una primera para promover el referéndum y el 'sí' a la independencia y una segunda para promover el resultado.

Poble Lliure defiende que la movilización tiene que permitir ganar el referéndum alcanzando una participación masiva y una victoria clara del sí. Sigue asegurando que la movilización previa, el apoyo institucional explícito, la expectativa internacional y, sobre todo, el carácter vinculante, serán los principales factores que diferenciarán el referéndum de la acción simbólica y movilizadora del 9-N.

Dualidad de poderes

Al día siguiente del referéndum reconoce que habrá una situación de "dualidad de poderes" entre el nuevo poder catalán autoproclamado y la estructura de poder del Estado y defensa que la única vía será afirmar por medio de la movilización "la autoridad y la legitimidad del poder surgido de los organismos representativos del pueblo catalán".

Añade que habrá que dar apoyo a la tarea institucional de controlar lo que son las bases para el funcionamiento de la nueva república como la recaudación de tributos, las cotizaciones de la seguridad social y la "obediencia" de las fuerzas de seguridad, entre otros.

Puntualiza pero que para conseguir el nivel de conciencia, organización y movilización óptimo harán falta instrumentos para mantener y reforzar la soberanía. Es en este sentido que propone la creación de Grupos de Defensa de la República Catalana, que los define como "organizaciones territoriales amplias que vayan más allá de las organizaciones hoy existentes".

La organización no pone en cuestión ninguna de las estructuras organizativas que se han considerado válidas para el despliegue del independentismo pero añade que hace falta ahora que todas las organizaciones con implantación territorial "ofrezcan al pueblo catalán instrumentos de organización y de lucha más y más amplios con el único objetivo de luchar por la República Catalana que tiene que nacer y habrá que "defender".

Este despliegue territorial tiene que permitir ampliar la base popular del movimiento y tiene que servir como a marco para "plantar cara al crecimiento previsible de la represión, constituyéndose en ámbito unitarios de solidaridad y también en ámbitos favorecedores de la participación popular en el debate político". Poble Lliure defiende que la "conquista" de una nueva base ampliada y reforzada del movimiento independentista llevará a la máxima movilización "de manera tal que el movimiento ya no se podrá detener".

Cohesión política

En el ámbito político, reclama la "máxima cohesión" de todos los agentes políticos y alerta de que la división en cuestiones fundamentales "sólo crea confusión y neutraliza las fuerzas". "Tenemos que ir a la una en la defensa del referéndum", apunta. El documento pide "saber abordar la ruptura democrática de la independencia como objetivo colectivo primordial" y acumular el máximo apoyo a este objetivo.

Por eso, también ve necesario tener "bien abordada" y de una manera "sólida" la actuación de todo el mundo de la administración y la seguridad para poder afrontar este proceso. "No nos podemos permitir, ni tendremos que tolerar, ni traiciones ni desviaciones sobre los acuerdos democráticos del pueblo," asegura.

Reclama que esta unidad sea "especialmente fuerte contra la represión" y reclama que la actuación sea "unánime" en la defensa de los acuerdos aprobados por el Parlament y sus representantes, "aunque puedan contravenir la legalidad española". Además, reclama tomar las decisiones tácticas "acertadas".