Como cada víspera del Once de Septiembre, centenares de independentistas se han reunido en el Fossar de les Moreres, en el barrio del Born de Barcelona, para hacer sus ofrendas "a los mártires de 1714". Este año, esta cita anual ha estdo marcada por otra fecha: el referéndum del 1 de octubre. Y la moratoria del gobierno de Ada Colau a la hora de decidir qué hará, si colaborará con la cesión de espacios municipales o no, no ha pasado desapercibida por los partidos del Govern.

A medida que se ha acercado la medianoche, después de que acabaran los actos institucionales en el Mercado del Born, ha sido el turno de los partidos. Los tradicionales parlamentos políticos, acompañados de las ofrendas posteriores, los ha inaugurado Reagrupament, que son pocos pero puntuales. Su presidente, Josep Sort, ha pedido un aplauso para la presidenta del Parlament Carme Forcadell, para el president Carles Puigdemont y para los grupos parlamentarios que aprobaron las leyes de desconexión y han "impedido que los españoles se rieran de nosotros". En este sentido, Sort ha dicho que "nunca está de más derrotar a los españoles", como cree que se ha hecho esta semana.

Más adelante, ha sido el turno del PDeCAT y sus juventudes, la JNC, que han llegado con gritos de "volem Països Catalans" y una gran pancarta donde se leía "Colau, en Barcelona votaremos". Sergi Miquel (JNC) ha dicho que hace 303 años había "gente con ideales" y "gente cobarde", y que hoy también. "Hoy la gente que lidera el Ayuntamiento no es gente con ideales, son cobardes. No hacen la revolución si no la autoriza el gobierno central", ha aclarado Miquel.

Ramón Cotarelo - Sergi Alcàzar

Por parte del PDeCAT ha hablado el conseller portavoz Jordi Turull, acompañado a primera fila por el también conseller Josep Rull, el exalcalde Xavier Trias y el líder en Madrid Carles Campuzano. "Durante muchos años se hablará de la gente del 1 de octubre del 2017. Y nos preguntarán: ¿dónde estuviste tú?", ha dicho Turull, que ha añadido: "Esta es la pregunta para el Ayuntamiento de Barcelona: ¿estará al lado de los que envían a la Guardia Civil?". Les ha pedido "menos revolución, menos postureo y más locales para poner las urnas".

Esquerra Republicana ha acudido con un triplete: su secretaria general Marta Rovira, su líder en Barcelona Alfred Bosch y el profesor madrileño Ramon Cotarelo. Rovira ha denunciado que "una mayoría allí que aquí es minoría imposibilita nuestro progreso económico y social". Bosch ha prometido que los colegios electorales en Barcelona estarán abiertos y que "el colegio electoral que estará más abierto será el colegio de nuestras almas libres". Cotarelo también se ha referido indirectamente a los comuns: "Aquella verdadera izquierda nos ha enseñado que se puede ser soberano sin ser independiente. Lo deben haber aprendido bebiendo coñac".

En el Fossar de les Moreres "no se entierran traidores". Y los principales partidos independentistas, con la excepción de la CUP, vienen a expresarse. En este caso, con una reclamación compartida: que el Ayuntamiento de Barcelona abra los colegios electorales y que el Govern ponga las urnas y las papeletas.