A cuatro días del 1 de octubre la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha mantenido un último y muy tenso enfrentamiento con Carles Campuzano, portavoz del PDeCAT en el Congreso, Joan Tardà, de ERC y Xavier Domènech, de En Comú Podem, donde los tres portavoces han advertido de las consecuencias que se podrían derivar en Catalunya el día posterior al 1-O por la forma cómo el Estado lo trataba de impedir. Campuzano ha denunciado un "abuso de fuerza", que "con mucha gravedad" estaría desembocando en una herida "profunda en la sociedad catalana". Domènech ha añadido que la lógica de Santamaría era de "victoria, por tanto, de derrota de los ciudadanos que quieren proteger". Y Tardà ha avisado sobre "retorcer" la democracia para "suspender la autonomía". "Cuanto más intenten detenerlo, más antidemocrática será su actuación", ha zanjado sobre el referéndum.

La vicepresidenta ha cargado fuerte contra el PDeCAT porque se hubiera "apropiado" de la voz de todos los ciudadanos catalanes, cuando Campuzano ha dicho que el cant dels Segadors en el Liceo y que los estibadores se negaran a ofrecer provisiones a los barcos era "tener la nación en pie". Dicho esto, Santamaría ha reconocido la legimidad de ser independentista, pero se ha vuelto que no era legítimo "obligar los otros" serlo. "¿O es que esos diputados [de la oposición] son también de una tierra ajena como nos quiere hacer creer? ¿Aprueban sus dos leyes más importantes en seis horas? ¿Ustedes deciden cómo y cuándo atacar a los tribunales"? ha cargado. Aquí ha advertido sobre que "imponer la desobediencia no es un acto heroico, sino totalitario", ha avisado. "Vuelvan a la ley", ha advertido.

Domènech ha explicado que la crisis catalana era en realidad "una crisis de Estado, española y europea", pues los diarios Le Monde, The New York Times, o The Times ya se habrían pronunciado a favor de un pacto para resolver el conflicto. "Actúan en contra de la mayoría del pueblo de Catalunya, de forma excluyente y exclusiva" ha dicho Domènech, recordando que un 70-80% de los ciudadanos –votantes de Ciudadanos y el Partido Popular incluidos– abogaban por el referéndum pactado. "Nosotros somos el 'ellos' del a por ellos", ha dicho sobre la movilización de la policía. La vicepresidenta le ha criticado que los comunes hace pocas semanas no reconocían el referéndum al no tener garantías y ha denunciado que todo formaría parte de su estrategia para "echar al PP". "Juegan a dos tableros ", ha indicado.

A su vez, Tardà ha expuesto que con las detenciones de dieciséis cargos del Govern –ya todos en libertad–, los registros de la Guardia Civil y la Policía, y la retirada e incautación de material para la campaña supondrían una "vulneración de derechos" fundamentales. Aquí ha criticado la intervención del ministro Cristóbal Montoro en las cuentas de la Generalitat como la creación de un "Estado de excepción", que se sumaria la orden de desplazamiento de los efectivos policiales por parte del Fiscal, aunque la ciudadanía era "pacífica". La encargada de responder a sido la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, que ha lamentado que "utilizan la ley cuando les conviene y cuando no les gusta, se la saltan. No es una represión", se ha vuelto. Montserrat ha recordado que este debate se producía en el Congreso mientras el Parlament, en cambio, estaba cerrado.