El presidente del PDeCAT, Artur Mas, ha advertido que sería un "desastre" renunciar ahora al proceso independentista y ha apostado por la acción unitaria de cara al 21-D, por lo cual ha reclamado a ERC que si el objetivo es restituir al president, Carles Puigdemont, "no se lo puede dejar solo".

Mas ha hecho estas valoraciones en su intervención inicial durante un desayuno del Foro Europa donde ha subrayado que negar los costes de un proceso independentista es "infantil e ingenuo", dado que este tipo de procesos siempre tienen costes, y algunos "inmensos", pero que hace falta que sean proporcionales a las ganancias. "En este caso los costes son evidentes y las ganancias lo son menos", ha lamentado.

En cualquier caso ha dejado claro su convencimiento que renunciar a este proceso en este momento sería un desastre, y que el 21-D habrá una oportunidad para revertir la situación actual. En este punto ha expresado la necesidad que mientras dure este pulso el independentismo apueste por la unión, la actuación conjunta, la cooperación y la no competencia.

"¿Tiene sentido que un gobierno que está en la prisión o en el exilio vaya en listas separadas, compitiendo por un mismo espacio?", se ha preguntado para responder a continuación que está convencido que no. Por eso, y haciéndose eco de la voluntad expresada desde de ERC de restituir al president, Carles Puigdemont, ha reclamado que "si se quiere eso no se lo puede dejar sol".

En opinión del expresident, si el 21-D el independentismo consigue la mayoría de votos "la victoria política es espectacular", especialmente teniendo en cuenta las condiciones políticas en que se produce, por lo cual la "partida se reequilibraría" a favor del independentismo.

Por el contrario, en caso de derrota del soberanismo, el 155 continuará si no de manera formal sí de facto. "A la que se vea desde Madrid que aquí se ha empezado a aflojar, sabrán que han ganado el pulso y de facto, operativamente, lo seguirán aplicando y con la sensación que han ganado y pueden arrasar", ha advertido, por lo cual las consecuencias, no sólo a corto plazo, sino a largo y medio no serán buenas ni para los independentistas ni para los contrarios a la independencia.

En este sentido, ha reprochado que si el 27-S los comunes "se hubieran dejado contar de manera clara", es decir, hubieran posicionado claramente en este debate, se habría superado el 50% de los votos. El 21-D habrá una nueva oportunidad, ha añadido, "aunque obligaría a mojarse algunos que probablemente no tienen intención de hacerlo".

Mas se ha sumado a las voces que advierten contra la autoimposición de plazos para llevar a cabo la independencia -"no nos pogamos unos plazos que nos ahoguen", ha dicho- y ha reclamado inteligencia política para hacer frente a esta situación tan compleja y "no sólo comodidad estética" que a veces atenaza decisiones que son necesarias: "Hacer el bien requiere a veces no quedar del todo bien".

La introducción de la intervención del expresident ha corrido a cargo del director de El Nacional, José Antich. Tanto en la intervención inicial como en el turno de preguntas, Mas se ha mostrado muy crítico con la forma como el gobierno español está llevando a cabo la represión contra el proceso independentista, con "mucho autoritarismo y muy poca autoridad".