Miles de personas se han concentrado delante de la Conselleria d'Economia para cerrar el paso a los guardias civiles que desde primera hora han entrado en el departament de Oriol Junqueras. "Esta noche la pasaréis aquí", advierten los concentrados en unos de los clamores más coreados.

Los vehículos de la Guardia Civil con que se han presentado los agentes han desaparecido bajo el gentío que se ha subido encima poniendo a prueba los amortiguadores con el "vote, vote, vote" y el "Independencia". De aquí, otro de los gritos más repetidos en tono de aviso: "Esta noche os vais sin coche". De momento, uno de los coches se ha quedado sin matrícula mientras alguien ha entrado dentro y ha encendido las luces del techo.

"Votaremos", "No tenemos miedo", "Esto con Franco sí pasaba" y "las calles serán siempre nuestras", son algunos de los lemas que repiten los presentes. Cada vez que desde el balcón de enfrente de la conselleria una cadena española hace sus conexiones en directo, los concentrados estallan: "prensa española, manipuladora".

En general, sin embargo, el tono es festivo e irónico y el "dónde están las papeletas" se ha convertido también aquí en uno de los hits. En las puertas del departament, diputados de JxSí han hecho guardia todo el día, al igual que la gente que ha ido llegando desde que a primera hora ha empezado el registro de la policía. Junqueras, ahora en el Palau de la Generalitat, también se ha presentado, al igual que la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que se ha acercado después de pronunciar una declaración institucional en la Cámara catalana.

A las seis de la tarde han empezado a aparecer ensaladas y botellas de agua que se repartían entre los presentes.

En los balcones del departamento se han colgado esteladas y banderas del referéndum, pero uno de los momentos más celebrados ha sido cuando una inmensa pancarta se ha colgado desde el terrado del edificio que hace esquina con Gran Via con el lema The Catalan Republic

Se ha cantado repetidamente Els segadors y L'estaca, pero también La flama de Obrim Pas, que ha sonado a través de los altavoces.

"No queremos otra dictadura", advierten los presentes, que no parece que ahora mismo tengan especial prisa por marchar.