La Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República se aprobará antes del referéndum del 1 de octubre y blindará su resultado, garantizando el proceso que tendrá que conducir a la convocatoria de elecciones constituyentes y la aprobación de la Constitución de la República catalana si gana el sí al referéndum.

La ley fija, de manera provisional, que el presidente de la Generalitat será el presidente de la República, establece que la atribución de la nacionalidad catalana no exige la renuncia a la nacionalidad española, fija la cooficialidad del castellano, contempla la sindicatura electoral -con siete miembros-, el mantenimiento de los funcionarios que actualmente dependen de la administración del Estado.

El texto ha sido presentado en la sala de prensa de la Cámara catalana por el grupo parlamentario de JxSí y la CUP, antes de entrarla esta mañana a registro. "Hoy sabemos los efectos del sí, la vinculación y la seguridad jurídica del referéndum. Estaremos sometidos a esta normativa y los ciudadanos sabrán las consecuencias del sí y del no", ha asegurado el presidente de JxSí, Lluís Corominas.

Corominas ha subrayado que los dos grupos están de acuerdo en el contenido y en que se apruebe antes del 1 de octubre para blindar las consecuencias.

En nombre de JxSí ha comparecido también el diputado Jordi Orobitg, mientras que en nombre de la CUP han aparecido Benet Salellas y Gabriela Serra.

Salellas ha dejado claro que este texto es un "llamamiento a votar", dado que se dejan claros los efectos del resultado y cerrará la puerta a la posibilidad de uno nuevo debate procesista después de la votación, dado que concreta cuáles serán las instituciones que impulsarán la nueva república.

La ley tiene 89 artículos y tres disposiciones finales, la última es suspensiva y deja claro que la ley no entrará en vigor si gana el no.

El Govern ha preparado cinco decretos ley para desplegar esta norma en caso de la victoria del sí.

Corominas no ha concretado si será posible la presentación de enmiendas a la ley, aunque ha ironizado que "los que querrían presentar enmiendas son los que no querrían que hubiera ley".