Un juez ha absuelto a las concejalas de la CUP de Barcelona Maria José Lecha y Maria Rovira, a las cuales un agente de la Guardia Urbana y representante sindical había denunciado por una supuesta agresión en una concentración delante de la Ciutat de la Justícia en diciembre del 2016.

En un auto al que ha tenido acceso Europa Press, el Juzgado de Instrucción 16 de Barcelona las ha absuelto del supuesto delito leve de lesiones por el que se sentaron en el banquillo, y por el que la Fiscalía reclamaba que pagaran una multa de 180 euros cada una, además de indemnizar al agente con 245 euros.

El juez concluye que no se puede probar que existieran esas agresiones, ya que en las grabaciones "solo se puede apreciar un tumulto" en el que, en algún momento, se ve a la denunciante y a las denunciadas, y también porque las versiones que ofrecieron las partes en el juicio fueron contrarias y no declaró ningún testigo que pudiese dar una visión imparcial de lo ocurrido.

El incidente sucedió la mañana del 1 de diciembre a las puertas del edificio, donde iba a celebrarse un juicio al entonces concejal de la CUP Josep Garganté por unas supuestas coacciones a un médico para que cambiase el informe sobre las lesiones de un mantero (el edil fue finalmente absuelto al retirarse la denuncia).

La celebración de este juicio a Garganté propició que se citasen ante la Ciudad de la Justicia dos concentraciones de signo contrario: la de apoyo al edil de la CUP —en la que estaban Lecha y Rovira— y otra del sindicato Csif, del que el guardia urbano que presentó la denuncia, Eugenio Zambrano, era y es secretario de organización.

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El 31 de octubre de este año, en el juicio contra las dos concejalas, el policía aseguró que los concentrados en apoyo a Garganté se dirigieron contra él de forma agresiva y fue en ese momento cuando Lecha y Rovira le dieron "patadas y golpes bajos"; poco después, Rovira volvió a golpearle en las piernas, siempre según su versión.

El relato que ofrecieron las dos concejalas fue totalmente contrario: negaron haber golpeado al denunciante y explicaron que los manifestantes convocados por el Csif les impidieron de forma agresiva que pudiesen atender a los medios de comunicación sobre la causa contra Garganté.

Presunción de inocencia

Las versiones de los testigos del denunciante y de las denunciadas también fueron opuestos: tres sindicalistas dijeron que habían visto los golpes, mientras que David Fernández, Mireia Vehí (CUP) y el abogado Eduardo Cáliz mantuvieron que ellas en ningún momento agredieron el urbano.

El juez, teniendo en cuenta que en el juicio no declaró "ningún testigo imparcial y ajeno a los intervinientes", y que en los vídeos no se aprecia ningún tipo de agresión, ha decidido absolver a las concejalas amparándose en su presunción de inocencia.