Justo después de finalizar la reunión entre el Govern y los comuns, el vicepresident de la Generalitat y conseller de Economia, Oriol Junqueras, ha llegado con el tiempo justo para llevar a cabo una ponencia sobre "los retos de la economía catalana" en una comida con empresarios organizada por la Cambra de Comerç de Barcelona.

Una vez más, Junqueras ha reivindicado las fortalezas y los récords de la economía catalana (crecimiento, exportaciones, turismo, inversión directa extranjera...) a la vez que ha adelantado una nueva previsión macroeconómica: el PIB catalán será de 240.000 millones en 2018 gracias a un crecimiento "robusto, sólido y diversificado".

En línea con las patronales y cámaras catalanas, ha denunciado la desventaja del precio del transporte o el precio de la energía de la industria catalana en comparación al conjunto del Estado español. "Como en tantas otras ocasiones, no todos los ciudadanos son tratados de la misma forma", ha lanzado antes de asegurar que "a fe de Dios, nosotros hablamos de todo. La relación es tan educada y cordial como inefectiva". 

El día después del referéndum

En el turno de preguntas, Junqueras ha augurado que el día después del referéndum que se celebrará el 1 de octubre, el Govern actuará con la "máxima responsabilidad" que le corresponda de cara a las instituciones españolas, europeas y los mercados. "La inmensa mayoría de ellos serán los más interesados de que eso sea así", ha añadido. Ahora bien, también ha alertado que "si alguien nos impidiera asumir esta responsabilidad y aunque fuera de forma temporal y pequeña, nos pusiera palos a las ruedas, se perjudicaría a sí mismo". Así pues, se ha mostrado plenamente confiado en que "nadie cometerá ningún error".

Al mismo tiempo, Junqueras también ha acogido con "escepticismo" la propuesta de Estado plurinacional realizada por el PSOE durante su 39 Congreso Federal. "No ha destacado nunca por el respeto a la realidad plurinacional", ha retraído al partido liderado por Pedro Sánchez. 

En el último suspiro de la comida, Junqueras ha querido apelar a la filosofía de Sócrates. "Solo sé que no sé nada." Punto por punto, ha narrado la historia del juicio final del filósofo griego. "Fue juzgado por corromper a la sociedad que él tanto amaba", ha recordado justo antes de añadir también que "él no se sentía culpable y no quería huir" de su destino. Todo ello, para acabar citando un mensaje a caballo entre la política, la filosofía y la vida misma: "Yo me dirijo a la muerte. Vosotros a vivir. A quién de nosotros le espera un mejor destino, sólo lo saben los dioses". Que cada uno saque sus propias conclusiones socráticas.