"Yo estaré en la cárcel, pero nosotros los catalanes seguiremos luchando". Así se titula un artículo escrito por el vicepresident Oriol Junqueras en el diario británico The Times desde la prisión d'Estremera, a las afueras Madrid, donde ya lleva quince días cerrado con los otros siete consellers a la espera de que se celebre el juicio por los cargos de rebelión de los que se les acusa.

Lamentándose de que no ha podido ver a los otros consellers —menos Carles Mundó, con quien comparte celda—, Junqueras relata como es la vida en la cárcel y pone de relieve que la comunicación con el exterior es "muy limitada", porque solo los dejan hablar por teléfono 50 minutos a la semana y, lo que es peor, todavía no ha podido ver a sus hijos.

Ahora bien. El tiempo en prisión ha permitido al vicepresident dedicar más tiempo a la reflexión y la oración y, sobre todo, a "pensar en el pasado, pero también en el futuro" y, en este sentido, ha pedido a todo el mundo que vaya a votar a las elecciones del 21-D.

Gobierno usurpado

Recordando que "el gobierno español ha usurpado el Govern de Catalunya", Junqueras ha subrayado que "nadie ha votado por este gobierno", motivo por el cual ha acabado cargando contra el PP y el PSC-PSOE por "suspender las libertades, liquidar nuestras instituciones y enviarnos a la cárcel".

Porque que los consellers irían a prisión ya estaba escrito (o grabado). La Fiscalía hizo las pruebas del micrófono dos días antes de que los consellers acabaran cerrados sin ninguna opción de pagar fianza y, en lugar de entonar el típico "1, 2, 3, probando", lo cambió por el "todos a la cárcel".

De hecho, así vuelve a hacer memoria Junqueras en este artículo poniendo encima de la mesa que "poco antes que nos viéramos privados de libertad, se filtraba a la prensa y a los políticos españoles que el juez habría exigido que permanezcamos en la cárcel sin fianza".

"La Fiscalía te lo afina"

Precisamente por eso, el vicepresident tiene claro que "todo había sido arreglado antes" y que la jueza Carmen Lamela solo necesitara cinco minutos para escuchar a los testigos de los consellers y tomar su decisión ya apuntaba a maneras.

Pero haya pasado lo que haya pasado, Junqueras considera que el presidente legítimo sigue siendo Carles Puigdemont, y compara la justicia belga con la española cargando contra el Estado por "no actuar como sus contrapartes europeas".

Al fin y al cabo, sin embargo, no pararà que los catalanes sigan estando "de pie" y no "de rodillas y sumisos" ante el gobierno de Mariano Rajoy porque, asegura, "somos personas pacíficas y valientes" y, justamente por eso, "dedicaremos toda nuestra energía en la defensa de la democracia, los derechos políticos y civiles, para ganar libertad".