"Ya sabemos qué pasa en Catalunya". Con esta frase, la líder de Ciudadanos en Catalunya y jefa de la oposición en el Parlament, Inés Arrimadas, aseguraba en octubre pasado que se veía obligada a llevar escolta policial por un supuesto clima de violencia continuo en Catalunya. Aunque al día siguiente mismo Arrimadas admitió que llevaba escolta en función de su cargo e intentó justificar sus opiniones en varios medios, la sensación de que ser de Ciudadanos y vivir en Catalunya era una combinación peligrosa quedó fijada de tal manera que todavía hoy, siete meses después, la idea ha sido recuperada en el Congreso de los Diputados.

Ha sido la diputada de Ciudadanos por Castelló Maria Sandra Julià Julià quien ha recuperado la idea asegurando que de manera continua "compañeros nuestros sufren agresiones y amenazas de muerte, especialmente en Catalunya". Durante el debate de una proposición no de ley de rechazo y condena a todo tipo de actos violentos Julià ha asegurado, dirigiéndose directamente al diputado de ERC Gabriel Rufián, que lo había precedido en el turno de palabra, que hay "quienes se ríen" de situaciones como la que afecta a "nuestra portavoz en el Parlament de Catalunya, Inés Arrimadas" -eludiendo que se trata de la jefa de la oposición-, que según la diputada, "tiene la obligación de llevar escolta", para añadir que "los ataques a sedes y compañeros son ataques a la libertad y a la democracia".

Aludido directamente, Rufián ha utilizado una vez más Twitter para dar a conocer su opinión. En este caso sin embargo, no ha hecho uso de su habitual mordacidad y se ha limitado a apuntar que "acusar al independentismo de ser violento" y por eso asegurar que "Arrimadas lleva escolta" es una "acusación gravísima e impune".