En medio de las relaciones extramatrimoniales del rey Juan Carlos I con Bárbara Rey, chantajes de la policía a la Casa Real con el 'caso Corinna' e intentos por salvar a la Infanta en el 'caso Nóos', la confidente y biógrafa de la vedette, Danielle, ha implicado al rey emérito en el intento golpe de estado del 23-F. Hasta ahora, Juan Carlos I había transmitido la imagen que había protagonizado un papel ejemplar porque, en principio, se había negado a dar apoyo al golpe y lo había condenado.

"Me explicó que la víspera del 23-F de 1981, el Rey le dijo que no saliera de casa por su seguridad", explica Danielle a Telecinco, que al mismo tiempo quiere dejar claro que "yo no puedo saber si una persona miente o no miente" y que, por lo tanto, no sabe a ciencia cierta si Bárbara Rey se lo explicó para comprometerlo y hacer ver que estaba totalmente al corriente de lo que estaba a punto de pasar o no.

De hecho, que el rey emérito comentara cuestiones de Estado no fue una novedad entonces. Según su biógrafa, que tiene todas las notas escritas tal cual las relató la vedette, Juan Carlos I le comentaba: "Estoy sufriendo las cosas de Sabino, no veas las cosas que están diciendo en reuniones dónde me critican", así como que Sabino también dijo: "Si yo hablara... Alfons Armada se ha ido a la tumba y no ha explicado nada a nadie".

Sabino es Sabino Fernández Campos y era, entonces, el jefe de la Casa Real y Alfonso Armada, que murió en el 2013, era el segundo jefe del Estado Mayor del Ejército.

El mensaje del Rey del 23-F

El día después del intento fallido de golpe de estado, el rey Juan Carlos I emitió un mensaje en la televisión para calmar los ánimos de la ciudadanía. El mensaje decía así:

Al dirigirme a todos los españoles, con brevedad y concisión, en las circunstancias extraordinarias que en estos momentos estamos viviendo, pido a todos la mayor serenidad y confianza y les hago saber que he cursado a los Capitanes Generales de las Regiones Militares, Zonas Marítimas y Regiones Aéreas la orden siguiente:

«Ante la situación creada por los sucesos desarrollados en el Palacio del Congreso y para evitar cualquier posible confusión, confirmo que he ordenado a las Autoridades Civiles y a la Junta de Jefes de Estado Mayor que tomen todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente. Cualquier medida de carácter militar que en su caso hubiera de tomarse deberá contar con la aprobación de la Junta de Jefes de Estado Mayor.»

La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la patria, no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum.