Miquel Iceta, primer secretario del PSC, defiende en esta entrevista con El Nacional la propuesta de reforma federal de la Constitución y nuevo Estatut de Pedro Sánchez y señala que si la reforma fracasara en Catalunya preferiría una ley de claridad como la canadiense y un referéndum como el que plantea la ley de claridad canadiense para el Quebec. También afirma que si el Govern no saca adelante los presupuestos con la CUP ya sabe dónde está el PSC.

El encuentro de Pedro Sánchez y Carles Puigdemont el martes en la Generalitat fue inédito por muchos motivos. No ha habido diálogo en 4 años, Sánchez no es presidente, ni, hoy por hoy, candidato a una nueva investidura... ¿Le aconsejó usted que se reuniera con el president?

Sí y no. Cuando el president Puigdemont tomó posesión, Pedro Sánchez lo telefoneó para felicitarlo y le dijo que se tenían que ver. Tenían este compromiso mutuo. Pero es verdad que cuando hemos hablado [con Sánchez] y me ha dicho que pensaba hacerlo, siempre le he dicho que me parecía muy bien. Sánchez ha querido hacer un gesto en el sentido de que el cambio será diálogo. Un gesto claro, queremos cambiar absolutamente el escenario. El tema de fondo requerirá tiempo, pero hay muchas cuestiones del día a día que, con dos gobiernos que hablen, serán más fáciles de resolver. Es un gesto político interesante, político e inteligente. Ninguno de los dos ha querido esconder una discrepancia de proyecto, pero se han comprometido a mantener un hilo de diálogo.

¿Ha hablado con Sánchez o con Puigdemont, o con los dos, después del encuentro?

Con Pedro, sí. Quedó satisfecho. Él no conocía a Puigdemont, y el hecho de tener un contacto franco, sincero, cómodo... es positivo. Yo tampoco lo conocía mucho y cuando he tenido ocasión de hablar con él a solas han sido conversaciones muy provechosas, aunque no siempre para llegar a acuerdos.

Como Sánchez, yo tampoco conocía mucho Puigdemont. Hemos hablado a solas y han sido conversaciones muy provechosas

¿Sánchez también buscará diálogo con ERC y DiL para un segundo intento de investidura?

Bien, aquí todo el mundo ha entrado quizás muy rápidamente con las posibilidades reales... Creo que el PSOE es mucho consciente de que tanto para ERC como para DiL la hoja de ruta para la independencia o el referéndum sobre la independencia es piedra de toque fundamental, y como al respecto no hay posibilidad de acuerdo... para no tener que decirse ‘no’, mejor no formalizar una negociación. Pero diálogo tiene que haber con todo el mundo y siempre.

¿El pacto con Ciudadanos excluye que Podemos pueda entrar en el gobierno español?

No. De hecho, el pacto con Ciudadanos ni siquiera contempla necesariamente la presencia de Ciudadanos en el gobierno. Estamos hablando de acuerdos de investidura. Hicimos una lectura demasiado apresurada de cuando Sánchez fue a Portugal, donde en el gobierno sólo está el Partido Socialista. Esta legislatura, si efectivamente se constituyera, se basaría mucho en la negociación y el diálogo permanente para encontrar apoyos parlamentarios a la agenda legislativa del gobierno. Es lo que los ciudadanos han querido. Tenemos que aprender las nuevas reglas políticas. Eso hará a los partidos más humildes. Nadie puede ir de sobrado en este escenario. Los partidos que se sepan adaptar más rápidamente a estas nuevas exigencias, lo tendrán mejor para triunfar.

Los ciudadanos han querido negociación y diálogo permanente. Tenemos que aprender las nuevas reglas. Eso hará a los partidos más humildes

Cuando Sánchez puso a consulta el pacto con C's, en Catalunya participaron un 30% de los militantes socialistas y en todo el Estado, un 50%. ¿A qué lo atribuye? ¿Es el motivo por el cual se ha rechazado trasladar el acuerdo con C's a nivel catalán?

No tiene nada que ver. Cuando vimos que la participación era más baja pensamos que quizás era por Ciutadans, pero cuando ves que el resultado de la votación se parece tanto al conjunto de España ves que realmente el motivo no es exactamente la valoración, porque si no también habría habido un apoyo menor al pacto. Como pasa en muchos referéndums, no siempre la gente contesta a aquello que le preguntas. Estaban votando sí a un acuerdo con C's pero la propia pregunta ya dejaba entrever que se podía llegar a otros acuerdos. Se convirtió en un voto de confianza en Pedro Sánchez, como pasó con Felipe González en el referéndum de la OTAN. ¿Por qué no se traslada a Catalunya? No queremos una política basada en el frentismo. Que en las cosas que coincidimos votemos juntos, sí. Pero aquellos que piensan dibujar en dos colores el mapa político se equivocan.

Sí que hubo pero un pacto en Lleida con Ciutadans, que sí que parece que dividió a los ciudadanos, por su contenido.

Todos los pactos dividen. En cada municipio damos bastantes muestras de gran flexibilidad.

En Barcelona, el pacto con Ada Colau parece que está prácticamente hecho...

Se está trabajando... No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo.

¿Dependerá de cómo quede la situación en España?

No tiene nada que ver. Afortunadamente. Si se llega a un acuerdo en Barcelona es porque los grupos intentan dar en la ciudad un gobierno de la máxima estabilidad. No se tiene que supeditar a lo que pueda pasar ni en Catalunya ni en España.

¿Esta “nueva” etapa que Sánchez calificó de deshielo puede cambiar la relación entre el PSC y el gobierno de la Generalitat?

La relación la tenemos establecida desde el primer día. No compartimos la hoja de ruta del Gobierno, pero en aquellos temas en que podamos ayudar al país siempre se nos encontrará.

No compartimos la hoja de ruta del Govern, pero en aquellos temas en que podamos ayudar al país, siempre nos encontrarán

¿El PSC se incorporará a la negociación de los presupuestos?

Lo veo muy difícil. El gobierno tiene un acuerdo parlamentario. Supongo que los sacarán adelante con sus socios. Si por lo que sea eso no fuera así, nosotros estaremos siempre dispuestos a hablar. Por otra parte, ni se nos ha pedido ni existe todavía un proyecto de presupuestos.

El vicepresidente, Oriol Junqueras, decía El Nacional que los negociará con la CUP pero está abierto a otros posibles apoyos...

Un gobierno que lo que tiene entre ceja y ceja es una hoja de ruta hacia la independencia que nosotros no compartimos en absoluto... se tendrían que producir muchos cambios y reconsideraciones. Pero no me gusta dejarme llevar nunca por los prejuicios. Si presenta un proyecto de presupuestos y los quiere discutir con nosotros, pues obviamente los discutiremos, pero creo que no pasará.

Sánchez detalló a Puigdemont su alternativa en el debate Catalunya-España. Dos votaciones: primero una Constitución federal y después un nuevo Estatut. Usted fue uno de los grandes negociadores del Estatut del 2006. ¿La Constitución federal tiene que servir para recuperar lo que se perdió en aquella colada del Tribunal Constitucional con el último Estatut?

Como mínimo por eso, pero ya no se puede quedar sólo aquí. Hay algunos elementos que no estaban en aquel Estatut, o no estaban lo bastante claramente, que tendríamos que incorporar en la reforma constitucional: el principio de ordinalidad en la financiación, el reconocimiento de la identidad nacional de Catalunya... Tenemos que abordar esta asignatura. No oso decir con qué fórmula pero en los acuerdos de Granada planteamos incorporar a la Constitución el artículo 5 del Estatut, en el cual se reconocen los derechos históricos de Catalunya. Si reformamos ahora la Constitución no es sólo para rescatar la parte perdida del Estatut sino para abrir una etapa política nueva y abordar muchos temas.

Como planteamos en Granada, la nueva Constitución tendría que incorporar el reconocimiento de los derechos históricos de Catalunya

¿Se puede repetir la situación que se apruebe una Constitución y un Estatut y el TC lo vuelva a recortar, como pasó en el 2006?

Ahora ya no tanto. No nos podríamos encontrar con que un Estatut votado por la gente fuera después revisado por el TC, porque se reformó la ley orgánica del tribunal. Es muy importante la primera reforma porque te permite hacer la segunda más potente. No lo haría en paralelo. Se tiene que ampliar el terreno de juego en la Constitución: cuanto más, más margen habrá para hacer el Estatut.

Ustedes decían que la reforma del Estatut arrastraría a una reforma de la Constitución española.

Claro, pero el TC nos dijo ‘no’. Es una lección del proceso estatutario. No pretendas utilizar una palanca que es sólo de una parte para arreglar el conjunto, porque entonces te pueden decir que ‘así no’. Es lo que decía la sentencia en muchos terrenos, por ejemplo en todo lo referente al poder judicial: ‘No entro en lo que usted dice, sino que lo que usted quiere no lo puede arreglar vía un Estatut, sino que lo tiene que arreglar vía Constitución o vía ley orgánica del poder judicial’. De alguna manera habíamos dicho hagamos la reforma del Estatut porque no está en nuestras manos hacer una reforma de la Constitución. Ya sabíamos que eso tenía algunos riesgos. Quizás no los vimos lo suficiente. Si ahora utilizamos el otro camino es precisamente para no cometer los mismos errores.

¿Qué pasaría si una mayoría de los catalanes no aprobara la Constitución federal que proponen ni tampoco un nuevo Estatut?

En el fondo, tanto la idea de una reforma de la Constitución como de un nuevo Estatut es la aceptación de la idea de pacto. Pero es legítimo que, llegado un pacto, haya catalanes que no lo quieran. Y si la mayoría no lo quieren habrá que buscar otras vías...

Vamos por partes. ¿Una votación sobre una nueva Constitución, en el actual contexto, equivaldría a un plebiscito sobre la independencia?

No, porque también puede votar ‘no’ a quien no quiere cambiar. Los referéndums tienen la ventaja de la claridad si se hace bien la pregunta, pero la interpretación de los resultados no siempre es tan clara. Puede votar ‘no’ quien quiere la independencia y aquellos que creen que el Estado de las autonomías ya ha ido lo bastante lejos. El ‘no’ de ERC en el Estatut era muy diferente del ‘no’ del PP.

¿Si los independentistas defienden su ‘no’ y sale ‘no’, y se tiene que ir a otra vía, como usted decía, qué queda que no sea la independencia?

La ley de claridad canadiense. Si el ofrecimiento de reforma no es aceptado habrá que encontrar otro mecanismo.

Si la reforma de la Constitución no es aceptada en Catalunya habrá que encontrar otro mecanismo, como la ley de claridad canadiense

¿Referéndum a la quebequesa? ¿A la escocesa no?

A la quebequesa. Es un referéndum que no es vinculante. La ley de la claridad obliga a hacer una pregunta muy clara, con mayoría muy clara, que si es favorable a la ruptura obliga las dos partes a negociar. Los partidarios de la independencia, cuando se les dice qué harán si sale que no, responden que al cabo de un tiempo volverán a hacerlo. Pues los federalistas también nos podríamos quedar atascados aquí y decir que al cabo de un tiempo volveremos a probarlo. Es una de las razones que me hace ser escéptico con respecto al referéndum de la independencia. Sólo funciona si sale que sí. Si sale que no, se reproduce al cabo de un tiempo. En el Quebec llevan dos. En Escocia hace un año y pico del referéndum y ya hablan de otro. Un mecanismo democrático que sólo funciona si da un resultado tiene también algún elemento dudoso o discutible. Yo estoy convencido de que una mayoría de catalanes quieren pacto, y si es ambicioso e inteligente, será aceptado mayoritariamente. Y si no, tendremos que encontrar mecanismos para que la gente pueda expresar cuál es su voluntad.

Pero la sensación es que no se puede votar independencia...

La política democrática no se acaba nunca. No ser capaz de resolver un problema de una determinada manera no impide buscar otras. La política está para eso. En Catalunya hay un gran consenso en que el problema derivado de la alteración del Estatut votado por la gente sólo se resuelve votando. Y luego podemos discutir sobre qué se tiene que acabar votando...

En Catalunya hay un gran consenso que el problema derivado de la alteración del Estatut sólo se resuelve votando

Y votar las tres cosas a la vez, como en el 9N: ¿Estado sí, Estado no, Estado independiente?

La pregunta del 9N no habría pasado ningún examen de derecho constitucional.

La opción ‘Estado’ incluía el Estado federal...

Le faltaba la claridad. Si tanto da Venezuela que Baviera o que Chiapas... También está el estado de gracia, que es un estado de felicidad. Todo son estados. Un referéndum tiene una norma básica y es la claridad en la pregunta. La pregunta del 9N era un drama.

¿Usted votó en la consulta del 9N? También podía votar ‘no’. Mucha gente lo hizo...

No. Yo voto por las cosas que producen efectos. Lo encuentro muy respetable, posibilitó que mucha gente expresara su opinión... Pero la prueba es: ¿qué queda, de aquello? Depende de como, podrías decir que un buen recuerdo...

Un referéndum tiene una norma básica: la claridad en la pregunta. La del 9N era un drama

Bien, quedan un expresidente de la Generalitat, una exvicepresidenta y una consellera imputados...

Espero que se resuelva bien, porque los problemas políticos no pueden encontrar una solución judicial, y menos penal. Yo lo decía porque supongo que la gente que participó está contenta de haberlo hecho. Ahora bien, ¿qué queda, en el sentido de qué cambios políticos e institucionales se produjeron? Nada. Yo, por eso, cuando se hace un referéndum me gusta que tenga efectos y sean claros. Por eso no es menor si lo quiero a la escocesa o canadiense.

Me gusta el referéndum del Quebec porque lleva más a la negociación que a la ruptura

El escocés fue pactado y dialogado...

Me gusta más el proceso que lleva a una negociación que a la ruptura. Tan democrático es el uno como el otro. Pero seamos sinceros: hay casi 200 países en el mundo y sólo podemos dar 2-3 ejemplos de referéndums acordados, señal que no es la más común y normal. Tendemos a olvidar que el Canadá hizo la ley de la claridad después de dos referéndums. Es una ley que no se ha aplicado todavía. La ruptura de un Estado tiene implicaciones que van más allá de una opción política. Tocas elementos de sentimiento, de identidad... No es tan fácil aceptar perder... Los independentistas, cuando pierden, rápidamente pasan página y piden otro [referéndum]. Pero nunca se ha dado al revés, que los países que son independientes vuelvan...

El caso es que España no ha autorizado nunca ningún tipo de referéndum, ni el de independencia, ni el quebequés, ni el escocés...

Ni Francia, ni Bélgica, ni Italia, ni Alemania, ni Suecia... Ningún país europeo tiene en su constitución la posibilidad de romperse. Por lo tanto, no pensemos que lo que una parte de los catalanes considera lo más normal del mundo sea lo más normal del mundo. ¿Eso quiere decir que no sea un buen sistema? Yo no digo eso. Pero lo que hay en el mundo es una tendencia muy grande a preservar la integridad de los Estados. Aquí nos hemos tenido que inventar el derecho a decidir porque el derecho a la autodeterminación la gente que sabe un poco ya sabe que Catalunya no puede levantar el dedo y decir ‘aplíquemelo’. Porque entonces le dicen: '¿Usted es una antigua colonia? ¿Está ocupado militarmente? ¿No hay libertad? ¿Hay una minoría nacional perseguida?' Cuando estos cuatro condicionantes no se dan le dicen que no es que no exista este derecho sino que no es de aplicación en su caso. Por eso en Catalunya se ha empezado a desarrollar la tesis del derecho a decidir intentando que el principio democrático pueda ser utilizado para resolver un problema como el que tenemos.

Ningún país europeo tiene en su Constitución la posibilidad de romperse. Por lo tanto, no pensemos que lo que una parte de los catalanes considera lo más normal del mundo lo sea

En síntesis, si fracasara en Catalunya la reforma...

Ley de la claridad.

Carme Chacón decía que primero referéndum constitucional y, si sale que no, referéndum sobre la independencia.

Pero en el Canadá ellos han hecho acuerdos antes...

De entrada el gobierno federal no impide la votación...

No. Allí las provincias tienen derecho a hacer referéndums, pero de golpe fue el Quebec quien lo hizo sobre la independencia. La primera vez ganó el no de forma clara y la segunda, de forma equilibrada.  A partir de aquí hizo una ley de la claridad que los independentistas quebequeses no aceptan. Si se tuviera que aplicar ya veríamos qué hacen. La ley es posterior a los dos referéndums y sale de una sentencia de la Corte Suprema que dice que el Quebec no tiene derecho a la independencia, pero sí que tiene derecho a saber qué opinan los ciudadanos sobre la relación con el Canadá, incluso si quieren separarse. Tercero: si en una consulta de esta naturaleza con pregunta clara y mayoría clara sale la eventualidad de separarse, las dos partes tienen la obligación de negociar de buena fe para encontrar una solución. El Tribunal viene a decir que si se ponen de acuerdo en cómo separarse... santo y bueno. Pero si encuentran una forma de encaje mejor, pues mejor. Es un sistema muy delicado, que más bien te empuja hacia el acuerdo, y por eso me gusta. Pero no se ha aplicado nunca. Y parece que en el Quebec el entusiasmo por los referéndums ha ido bajando, en parte porque el federalismo canadiense tanto con respecto al reconocimiento de la plurinacional como la financiación funciona bastante bien.

El Parlament pidió al Congreso una consulta no vinculante. Y el Congreso, los socialistas también, la rechazaron...

¿Si cuando fuimos con el Estatut y nos dijeron que ‘no’ sobre la delegación de competencias por el 150.2 y todos lo aceptamos, con la excepción de ERC, por qué teníamos que pensar que al cabo de cuatro años nos dirían que ‘sí’? Además, había una cierta trampa. Si tú tienes que hacer una consulta acordada, tienes que acordar la consulta y no acordar que te dejen hacer la consulta que tú quieres. La idea, cuando en el PSC insistíamos muchísimo en una consulta legal y acordada, era precisamente porque lo que tenías que acordar era la pregunta. En cambio, cuando se pide la cesión de la competencia se pide poder preguntar sobre lo que uno quiere. ¿Entonces, donde está el acuerdo?

¿Le haría ilusión ser ministro de la reforma constitucional con Pedro Sánchez?

No. Yo tengo un compromiso muy firme con dirigir al PSC y continuar a la política catalana. Hay gente que lo haría mucho mejor que yo. Lo que sí que me gustaría es estar muy implicado con el proceso, pero no como ministro.

¿Ministro de la reforma constitucional con Sánchez? Me gustaría estar implicado con el proceso pero no como ministro

Hay partidos como ICV que consideran que los convergentes están reculando, volviendo a la pantalla del referéndum.

Depende del día.

¿Depende del día?

Yo he leído cosas contradictorias como mínimo. He leído que dirigentes de CDC que hasta ahora se habían distinguido por la defensa de la independencia de sopetón dicen que en la nueva CDC tendrían que caber aquellos que quieren un referéndum e incluso aquellos que votarían que no. Me ha extrañado un poco, porque por este motivo los de Unió saltaron, y no hace tanto, y no eran exactamente el mismo partido sino una federación. Y, en cambio, he leído recientemente que Artur Mas dice que no se puede dar la impresión que CDC se está dando atrás de la hoja de ruta acordada. No lo tengo tan claro...

¿En caso de que lo hicieran, cambiaría la relación entre ustedes y Convergència o la nueva Convergència?

(3 largos segundos de pausa...) Yo reivindico el derecho de las personas a cambiar de posición... Es legítimo que haya independentistas que estén permanentemente dando vueltas sobre cómo accede a la independencia, pero me da la impresión que la hoja de ruta del 27S no estaba lo bastante medido. No lleva necesariamente a la independencia, porque no resuelve como se produce el cambio de una legalidad a la otra.

No nos engañemos: la vía unilateral hacia la independencia está condenada al fracaso y nadie me ha demostrado lo contrario

Puigdemont decía en El Nacional que pronto Catalunya empezará a actuar con sus propias leyes, como un Estado soberano...

¿Y eso qué quiere decir? ¿Que se quedará con dinero que no le corresponde? ¿De golpe dirá que se queda todo el dinero y que no lo cobra Madrid? Si por una consulta que no lo era ha pasado lo que ha pasado, imaginen qué puede pasar por la apropiación de un dinero que no te corresponde. Quien gobierna o quien aspira a gobernar tiene que ser mucho más claro sobre los instrumentos que piensa utilizar para alcanzar los objetivos que se ha fijado. El Parlament aprobó una resolución de ruptura, en la cual no se aceptaba la autoridad del TC en Catalunya. Y al cabo de una semana el propio Parlament estaba presentando alegaciones ante el tribunal. Otro ejemplo: de repente, el gobierno de España, creo que equivocadamente, impugna la denominación de un departamento de la Generalitat [Afers Exteriors]. Primero se dice [por parte del Govern catalán] que no utilizarán ni típex y después veo que se produce un cambio de nombre. Ha pasado como con la ley de la gravedad, que tiende a cumplirse de manera bastante inexorable. No nos engañemos: la vía unilateral está condenada al fracaso y nadie me ha demostrado lo contrario.   

Con CDC han pactado en Girona sin que, siguiendo su argumento, esté claro que hayan vuelto a la pantalla del derecho a decidir...

Nosotros tenemos una buena relación con CDC y con ERC. Tener discrepancias políticas no tiene que impedir colaborar en otras cosas. Si CDC retrocediera varias pantallas, a mí me daría lo mismo. Incluso antes de un referéndum acordado tendríamos que intentar uno sobre un nuevo pacto en España. ¿Son posiciones que se acercan más? Aquí hay un punto ‘filipino’, que es este: si se acepta o no que un cambio de la relación Catalunya-España sólo puede venir por la vía del diálogo y el acuerdo, tiendo a darle la razón. Y si me dice que es prescindible... tiendo a pensar que se equivoca.

Los presupuestos contemplan las estructuras de Estado. ¿Si hay una revisión de planteamientos por parte de CDC, ustedes no se les aproximarían?

Si eso pasara, no sé si Junts pel Sí aguantaría. Intento ser muy demócrata. Han ido a las elecciones juntos con un programa para intentar una determinada cosa. La única cosa que digo es que no se puede saltar una ley. El camino lo han decidido hacer de la mano de la CUP, con quien comparten camino concreto hacia la independencia. Si de repente descubren que el camino es inviable, que con la CUP no pueden aprobar presupuestos, que tienen que buscar a otra gente, al PSC siempre se sabe dónde se lo encuentra. Siempre. Ahora bien, yo hoy no hago esta previsión, porque lo más normal del mundo es que el gobierno saque adelante sus presupuestos para el proceso con su socio del proceso que es la CUP.

Artur Mas es el principal dirigente de CDC y lo seguirá siendo en el futuro inmediato. Me interesará mucho hablar con él

Artur Mas ha admitido que difícilmente se puede hacer la independencia en 16 meses. ¿Ha hablado con el expresident desde que dio el paso al lado?

No, pero lo haré, porque con él alcancé un nivel de relación muy cordial, de una cierta confianza. Artur Mas es el principal dirigente de CDC y lo seguirá siendo en el futuro más inmediato, y me interesará mucho hablar con él y ver qué piensa y cómo lo veo yo. Él tiene razón que 16 meses... Pero eso yo ya lo decía en la campaña electoral, que me parecía irrealizable. Yo cargaba un poco las tintas porque veníamos ya de dos elecciones anticipadas y ya nos anunciaban las terceras. En 16 meses Catalunya no será independiente y el camino no es la aprobación de unas leyes de la desconexión que serán impugnadas directamente después de ser aprobadas. Los independentistas harían bien en repensar la estrategia y todos haríamos bien hasta de pensar qué hacemos cuando llegue el día de fortalecer el autogobierno, mejorar la financiación y resolver los problemas de la gente. Un cambio de gobierno en España sería una buena noticia, abriría un escenario de diálogo que tendríamos que saber aprovechar.

¿Habrá nuevas elecciones españolas el 26 de junio?

A día de hoy creo que las habrá. El escenario es muy difícil. Pero también estaba convencido de que las habría en Catalunya. Tan convencido, que tenía ya preparado el comité de campaña. Yo siempre hago la broma que ya estaba buscando nuevas músicas. Y 48 horas antes que acabara el plazo, pues se arregló, con algo que parecía imposible. Creo que en el escenario español estamos abocados a nuevas elecciones, pero todavía quedan semanas.

A día de hoy creo que habrá nuevas elecciones españolas. Pero también creía que habría en Catalunya

En Catalunya hubo hubo un paso al lado...

A nivel español lo ha hecho Rajoy. Así como Mas fue a la investidura, él no. Los partidos siguen hablando y hay un margen. Pero hoy veo muy difícil que haya un acuerdo. Si hay elecciones no sé qué pasará. Me gustaría creer que los ciudadanos acabarán reconociendo el esfuerzo de los partidos que hayan jugado en favor de un acuerdo. Creo que el liderazgo de Pedro Sánchez dentro del PSOE y a la sociedad española se ha fortalecido y que los socialistas tendríamos un mejor resultado.

¿Si se convocan, Sánchez tendría que ser de nuevo el candidato?

Sin duda.

 

Fotos: Sergi Alcàzar