El Gobierno insiste en que tiene todos los flancos cubiertos para hacer fracasar el 1 de octubre, en su estrategia de minar las garantías del referéndum —que utiliza en paralelo al envite de los tribunales—. Es ahí donde el censo de ciudadanos para votar sigue siendo uno de los interrogantes que el Govern todavía no ha aclarado, aunque los rumores apuntan a que podría surgir del cruce de datos de otras administraciones. Así las cosas, fuentes del Ejecutivo aseguran que en caso de extraerse de las tarjetas sanitarias, el Ministerio de Sanidad se habría dado cuenta de ello y no sería el caso.

La misma ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, ha advertido en los pasillos del Senado sobre el posible uso centros de atención primaria como colegios electorales. "No se permitirá que se pervierta la dignidad del Sistema Nacional de Salud", ha denunciado Montserrat, quien ha afirmado que había tenido constancia de este escenario sólo por los medios de comunicación. "El SNS es patrimonio de todos los españoles", ha zanjado la ministra, recordando que su única finalidad es garantizar la salud de los ciudadanos "la dignidad de pacientes y profesionales" y no "pervertirlo".