Ante los anuncios de desobediencia a las sentencias del Tribunal Constitucional por parte de la Generalitat, el Gobierno redobla la apuesta para combatir el proceso soberanista a pocas semanas del 1 de octubre poniendo encima de la mesa nuevamente el artículo 155 de la Constitución y asegurando que los trámites para su aplicación se podrían hacer efectivos en un plazo —aproximado— de 5 días. Fuentes de la Moncloa lo aseguraban este martes por la tarde en los pasillos del Senado, revelando que lo tenían "todo estudiado" y que los plazos para usar dicho instrumento no serían tan extensos como se había dicho en el pasado, de manera que podría aplicarse antes del referéndum.

"Lo tenemos todo estudiado pero no pensamos contar nuestros planes a aquellos que te cambian un orden del día para aprobar sus leyes" [de desconexión], aseguraba una fuente de la Moncloa para exponer que el desarrollo de este artículo —que a menudo se ha considerado ambiguo e inconcreto por parte de los juristas— ya se habría estudiado con antelación, posiblemente por parte de la Abogacía del Estado y con letrados expertos en derecho parlamentario de Congreso y Senado. "Si de aquí al 1-O hacen 150 cosas, nosotros ya hemos estudiado 151, lo tenemos todo previsto", insisten.

La cuestión es que las fuentes no indican cuántas conselleries podrían ser intervenidas, o cuáles, pero sí exhiben la sensación de tener el control de la situación. La ley tendría que ser tramitada en la cámara alta, con necesidad de convocar el pleno 24 horas antes de la celebración y plazos aproximados de 48 horas para la notificación y respuesta del Govern. Así las cosas, las fuentes insisten en que este no es un escenario previsto en este momento —por ejemplo, porque el PSOE se niega a darle apoyo y exige "proporcionalidad" al Ejecutivo—, sino que es uno de los instrumentos que tiene Mariano Rajoy al alcance para detener el procés.

Sin embargo, la situación supone un nuevo giro de la Moncloa, después de que el mismo portavoz del Partido Popular, Rafael Hernando, descartara en verano este artículo porque su promulgación resultaba "demasiado lenta" antes del 1-O. Si bien, las últimas declaraciones de Rajoy la semana anterior, cuando se aprobaron las leyes de referéndum y transitoriedad, pusieron de manifiesto que el gallego estaba dispuesto a todo para que el referéndum no fuera posible. "No renunciaré a nada" advertía, en alusión a todos los resortes del Estado.

Al margen de las declaraciones del Gobierno, fuentes del Partido Popular avisaban el lunes que el artículo 155 tenía más números para tramitarse a posterior del 1 de octubre, quizás avistando la idea de un escenario donde el president Carles Puigdemont oficializara el resultado del referéndum que Moncloa reitera que "no se va a producir".