Por primera vez el Estado español reconoce, con la boca pequeña, que su capacidad de endeudamiento depende de la fortaleza de la economía catalana. Esta confesión tácita se ha producido durante la reunión celebrada este jueves entre la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con el vicepresidente y conseller de Economía de la Generalitat, Oriol Junqueras. Pero, según ha podido saber El Nacional, poca cosa más ha salido en claro del encuentro, preparado por La Moncloa con el máximo secreto -lo cual no impidió que este diario avanzara miércoles su celebración-, además de la renovación prácticamente automática de un crédito ya existente a corto plazo de 680 millones de euros.

"No entendemos por qué nos han convocado a La Moncloa", han explicado fuentes cercanas a la vicepresidencia, expresando su estupefacción por el contenido del encuentro a pesar del tono cordial, y, en el caso de Montoro, "más contenido" que otras veces. El caso es que la cita hay que enmarcarla en el delicado momento monetario que atraviesa España, en medio del contexto político de ingovernabilidad política. Montoro ha aprobado este mes de julio el cierre de cajas del sector público. Es decir, que no se pague nada más que no haya sido aprobado, figurara o no en los presupuestos. El objetivo es no ser sancionado por la Unión Europea por el incumplimiento de déficit.

A dicha cuestión, se suma la preocupaciones del propio presidente interino, Mariano Rajoy. Uno de los motivos que había alegado Rajoy en las últimas semanas para urgir el PSOE a que se avengan a facilitar un gobierno de gran coalición era la necesidad de aprobar como antes mejor la senda de consolidación fiscal. Esta es una obligación con Bruselas que se orienta a garantizar la forma como el presupuesto estatal se mantendrá equilibrado.

Este contexto de emergencia político-económica explicaría que el encuentro entre Santamaría y Junqueras se rodeara de un cariz de misterio a petición del Gobierno español, pues Moncloa no quería que fuera pública. También daría cuenta de la voluntad de restablecer lazos con Catalunya. El hecho es que el encuentro ha acabado con un regusto amargo por parte del vicepresidente catalán, que ni siquiera conocía con exactitud la orden del día. Ante Montoro, Santamaría ha informado en un ambiente "cordial" a Junqueras que en el Consejo de Ministros de este viernes aprobará la renovación de un crédito de 680 a la Generalitat como deuda a corto plazo. 

Junqueras había planteado en anteriores encuentros con el ministro en funciones de Economía y Hacienda, Luis de Guindos, que se pudieran reconvertir los 1.600 millones de euros de deuda a corto plazo de la Generalitat en deuda al largo. Sin embargo, y según varias fuentes consultadas por El Nacional, esta cuestión no se ha abordado en la reunión con Santamaría y Montoro. Los 680 millones son pues una concesión menor dentro del tímido deshielo en las relaciones entre los gobiernos central y catalán.

La cita se ha llevado a cabo sin cámaras y sin declaraciones posteriores en la Moncloa, ha durado una hora y veinte minutos. Según fuentes del Gobierno los dos vicepresidentes también han acordado coordinar a través de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat el interés de Barcelona por acoger la sede de la Agencia Europea del Medicamento, que abandonará Londres, como consecuencia del Brexit. Tanto la capital catalana, como Madrid habían expresado en las últimas semanas la voluntad de acoger todas las sedes financieras y europeas que se fueran de territorio británico. Con este gesto, el Estado dejar pasar a Barcelona para la recepción de dicho organismo.

Desayuno y Cena

La visita de Junqueras a Madrid se ha producido por la llamada de Santamaría, sin que el equipo de la Generalitat tuviera el orden del día con los puntos a tratar. Sin embargo, este viaje también le ha permitido entrar en contacto con el mundo empresarial de la capital. Como avanzaba El Nacional, el político catalán cenó este miércoles con una docena de empresarios del IBEX, de grupos de comunicación y firmas internacionales en el lujoso restaurante Zalacaín. El contacto con los periodistas y otros miembros del entorno económico ha continuado esta mañana en el hotel Ritz, donde Junqueras ha impartido un breve discurso sobre economía internacional y esquivado las preguntas por los votos de CDC al PP y a C's para la Mesa del Congreso.