La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha insistido hoy que está "en juego la democracia", ha advertido que se está atacando a la institución del Parlament y lo que representa, "el debate y la palabra". "Lo que ha pasado hoy es inconcebible en un Estado realmente democrático, nunca debería haber sucedido", ha denunciado.

Forcadell ha protagonizado una contundente intervención ante los medios después de la declaración en el TSJC donde está investigada por haber permitido la votación de las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente. "Es hora de la política, no de los tribunales", ha subrayado al denunciar la grave deriva judicializadora del Estado español.

Llamamiento internacional

Al empezar la intervención ha querido agradecer los apoyos que ha recibido y, de manera especial, los provenientes de otros países europeos, a los cuales ha llamado a "continuar pendientes de lo que suceda". "En ningún país realmente democrático se puede perseguir por la vía penal el debate de las ideas", ha denunciado.

Forcadell ha insistido en que actuó "correctamente" en el cumplimiento de sus funciones como presidenta y que así lo ha dicho al tribunal, al cual ha explicado "punto por punto" sus actuaciones, sin esconder nada.

La presidenta asegura que ha dejado claro que "ningún tribunal puede impedir que en el Parlament se debata sobre independencia de Catalunya y sobre todo lo que interesa a los ciudadanos de este país". Ha argumentado que actuó de acuerdo con sus funciones como presidenta del Parlament y en defensa de la libertad de expresión de la Cámara.

"No sólo mi actuación fue legal, sino que haber actuado diferente sería incumplir el reglamento y vulnerar de manera irremediable el derecho de expresión de los diputados", ha subrayado.

La Mesa no será un órgano censor

Forcadell ha denunciado que en el proceso de utilización por parte del Estado español de los mecanismos del poder judicial, la "vulneración de la separación de poderes" ha dado un paso más: "Ahora se pretende dictar de lo que se puede y lo que no se puede hablar en un Parlament". "No sólo eso, pretenden que sea el propio Parlament el que se autocensure. Eso no pasará", ha advertido.

"Hoy he dejado claro que ningún tribunal puede pedir ni a la Mesa ni a la presidencia del Parlament que actúen como órganos censores del debate parlamentario", ha proclamado, advirtiendo que el día que el Parlament acepte que hay temas sobre los que se puede hablar y temas que no, "habrá perdido la democracia". "Si abrimos la puerta a la censura, ya no la podremos cerrar, y eso no permitiremos que pase", ha garantizado.

En el turno de preguntas ha insistido en que no contempla el escenario de ser inhabilitada porque esta posibilidad le resulta "inconcebible" y ha defendido la "inviolabilidad parlamentaria", que ha reivindicado ante el tribunal, como "garantía de la libertad de expresión".