No pasa el tiempo. Hace 525 años, los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando de Aragón, conquistaron Granada, capital del último reino musulmán de la Península. Durante el franquismo, la historiografía oficial glorificó la toma de la ciudad andaluza por las tropas cristianas como la culminación de la "Reconquista" de España a los árabes después de ocho siglos y clave de bóveda de la supuesta "unidad" española; mito que trasladó a la Guerra Civil reconvertido en "cruzada" contra los "rojos y separatistas". Los hechos ocurrieron un 2 de enero de 1492, el mismo año que Cristóbal Colón "descubrió" América, otro de los mitos fundacionales de la "nación" y el imperialismo español.

Y este lunes, el españolismo del siglo XXI ha celebrado la efeméride en las redes con un alud de mensajes de talante marcadamente islamófobo, y por lo tanto contrarios a los principios de la Constitución española, precedidos por la etiqueta #EspañaEsReconquista, que ha llegado a situarse entre los trending topics de la mañana.

Santiago Abascal, presidente de la formación ultraespañolista Vox, no ha tenido ningún escrúpulo en celebrar a través de su cuenta de Twitter la "expulsión definitiva del invasor musulmán", afirmación claramente islamófoba y xenófoba.

Abascal ha acompañado su tuit con el clásico cuadro La rendición de Granada, de Francisco Pradilla Ortiz (1882), óleo de la escuela historicista que reproduce la entrega de las llaves de Granada por parte de su último soberano musulmán, el rey Boabdil, a Isabel y Fernando, reproducidos en toda su majestad a la derecha de la imagen. El cuadro ha sido ampliamente usado en las redes sociales por los sectores ultras que siguen celebrando la toma de la ciudad de la Alhambra en clave de expulsión de los musulmanes de España cinco siglos largos después.

Algunos de los tuits de este lunes incurren sin tapujos en la xenofobia antiislámica:

La agitación en las redes ha calentado el ambiente previo a la peculiar celebración oficial de "La Toma" con un acto de carácter cívico-religioso que ha vuelto a desatar las iras de partidarios y detractores.