Podrían haberlo llamado "Tengo una pregunta para usted", pero el nombre ya estaba pillado por TVE. Le podrían haber llamado "Usted pregunta", pero eso ya lo tiene pillado Quim Puyal con un histórico programa iniciado en 1977 en el llamado "Circuito Catalán de TVE). Otra opción podría haber sido "Sesión de control", pero eso está reservado para el pleno que se hace cada 15 días en el Parlament. Finalmente, TV3 ha optado por "Yo pregunto", que es una manera de decirle a los espectadores (y a las espectadoras) que ellos hoy también estaban en el Teatro Conservatorio, situado en el corazón de la ciudad de Manresa, una ciudad situada en el corazón de Catalunya, un país situado en el corazón de los catalanes indepes que lo quieren tanto que quieren marcharse de España y en el corazón de los españoles unionistas que lo aman tanto que no quieren que se marche de España.

Para poder llegar esta noche a participar en el programa, los preguntadores tuvieron que inscribirse en unos debates previos hechos en BCN los pasados días 10 y 11 de enero (martes y miércoles de la semana pasada) y allí, de manera autogestionaría, escogieron 3 personas por cada uno de los dos debates. Los otros seis se han escogido en función de la edad, el género y el territorio.

En todo el perímetro de la fachada del teatro-plató había vallas de seguridad. El público, que se tenía que inscribir a la página web de TV3, recibía al entrar un "avituallamiento" (así me lo ha descrito una chica de la organización). Pero vaya, entre usted y yo le lllamaremos la cena. La bolsa, de papel y de color marrón, incluía un bocadillo de jamón del país, una botella pequeña de agua de Verí y dos magdalenas de la marca Codan "Supremas Gama Selecta". Que fueran selectos podría querer decir que son las de más calidad que fabrican los señores Codan, pero existe la posibilidad de que haya "la gama un poquito más que selecta" o incluso "la gama súper selecta". Por lo tanto, sobre esta cuestión poca cosa tengo a decir.

El presidente ha llegado a las 20.57, 58 minutos antes del inicio del programa. Acompañado de las autoridades, ha ido directamente a maquillaje. Al cabo de un rato, las autoridades han ocupado el palco del segundo piso y algunas han aprovechado para zamparse el bocadillo. El público de la platea hacía lo mismo. A aquella hora los preguntadores ya estaban sentados en sus lugares calentando la garganta y la curiosidad.

A las 21.38, las azafatas (y los azafatos) han pasado a recoger los restos de la cena con unas grandes bolsas de plástico de color negro. Tres minutos más tarde, los presentadores del programa, Lídia Heredia y Carles Prats, han explicado la mecánica de la cosa. Han insistido mucho en el tema móviles. Apagados. Por las interferencias.

A las 21.52, y dos minutos antes de empezar el programa, Carles Prats ha comunicado al público que el Barça ganaba por 0-1.

Y a las 22.06, después de las presentaciones, explicaciones y vídeos de presentación pertinentes, ha empezado la cosa de verdad. Ah, por cierto, todo el mundo me asegura que el presidente no sabía las preguntas. Unas preguntas, por cierto, larguísimas. Tanto que a las 22.12, Lídia Heredia ya ha dicho que fueran al grano.

A partir aquí, algunos casos particulares y más preguntas eternas. Han salido temas como la precariedad laboral, los jóvenes que se tienen que marchar a trabajar fuera, los problemas de vivienda, los cortes de servicio de las suministradoras a quienes no puede pagar las facturas y el envejecimiento del campesinado. Y ha habido quejas sobre la falta de inversión en educación (en la red decían que las ha hecho el cabeza de lista de ICV-EUA en Manresa) y en la sanidad pública. El presidente, en general, ha argumentado que se están haciendo cosas, pero que el gran problema es la falta de financiación.

En esta primera parte, el Proceso no ha salido hasta las 23.08, pero la cosa ha frenado en seco porque al cabo de dos minutos ha llegado la primera pausa publicitaria. El presidente se ha marchado del escenario acompañado de su equipo y los preguntadores y la platea en pleno se ha lanzado a los móviles. Para consultarlos.

Cuándo hemos vuelto al directo, la cosa se ha animado y nos hemos despertado con las intervenciones de Joan Gil, escéptico de un Proceso que dice que no avanza y con Mari Carmen, que se ha quejado de la discriminación del castellano en Catalunya. En este último caso, la cosa ha derivado en una discusión tensa pero amable con silbidos y aplausos del público presente. Según varias fuentes, Mari Carmen pertenece a Sociedad Civil Catalana. Ah, y Leire, otra de las chicas que ha intervenido, a Ciutadanos. La gran pregunta es: ¿Lo sabía el programa? ¿Ellas lo ha escondido? ¿Lo sabían los dos?

En las 23.35 nueva pausa publicitaria, nueva avalancha de todo el mundo a los móviles y, va que según la previsión, sólo queda una horita...

En el retorno ha aparecido la inmigración y los hijos de los inmigrantes nacidos ya en Catalunya, nuevamente el Proceso, los refugiados, el pequeño comercio y Jordi Pujol y el PER como dos maneras de robo. La segunda ronda de participación de los preguntadores ha servido para repetir y ampliar temas ya vistos, como Mari Carmen, que esta vez ha denunciado la violencia que hay en Catalunya contra los unionistas por culpa del odio existente. También ha salido el caos de RENFE en las Tierras del Ebre. la renta mínima garantizada o la precariedad laboral... y ya llevávamos más de dos horas y media. Y, a las 00.38 la Marga ha preguntado sobre la reforma horaria. Respuesta del Presidente: "este horario no ayuda a la reforma horaria". Pues mire, no, nada.

El programa ha empezado a las 22 horas de un domingo y ha acabado en las 00.50 de la madrugada del lunes. Y una gran parte de los últimos minutos se han hecho eternos. Terriblemente eternos. Y eso no ayuda ni a la cadena, ni al presidente, ni a que los espectadores se interesen por un formato que tendría que servir para acercar ciudadanía y clase política.

Ha sido un buen intento al que le han sobrado muchos minutos y le ha faltado agilidad.