Golpe a Ada Colau y más presión en la olla de los comuns ante el 1-O. Es la lectura que acompaña la decisión de Jordi Borja, referente maragallista de la alcaldesa de Barcelona y fundador de Barcelona en Comú y Catalunya en Comú, de dimitir como miembro de la coordinadora de este último partido, según ha anunciado el veterano político en una entrevista en Vilaweb.

La dimisión obedece a discrepancias palmarias sobre la estrategia de los comuns con el referéndum, pero también a cuestiones personales, según fuentes consultadas por El Nacional. Borja (1941) es geógrafo urbanista y sociólogo, fue uno de los hombres clave de la Barcelona maragallista y es uno de los principales padrinos políticos e ideológicos de Colau, en cuya victoria a las elecciones del 2015 tuvo un papel crucial.

En las últimas semanas, Borja ha criticado de manera frontal el posicionamiento ambiguo de Colau y los comuns sobre el referéndum, y, especialmente, que pidan "garantías" para darle apoyo: "O es una tontería, que es lo que yo creo, o es una cobardía. ¿Qué significa, 'las garantías'? ¿Las tienes cuando haces una gran manifestación en un estado autoritario, o una huelga general?", declara en la entrevista. De la misma manera, califica de "gilipollez" que desde los comuns se haya condicionado todo apoyo al referéndum a la aprobación de la Comisión de Venecia.

Del PSUC al DESC, el laboratorio del colauismo

Militante del PSUC en la clandestinidad desde los primeros años sesenta -y durante un tiempo dirigente de la escisión maoísta Bandera Roja-, se exilió en Francia y a principios de los años setenta se incorporó como técnico al ayuntamiento de Barcelona. En el PSUC fue responsable de movimientos populares y política municipal. Ya en la democracia, Borja fue diputado en el Parlament (1980-4), y con Pasqual Maragall en la alcaldía de Barcelona, teniente de alcalde (1983-95), primero por el PSUC y después como independiente en las listas del PSC.

Entre 2011 y 2016, Borja fue presidente del Observatori de Drets Econòmics, Socials i Culturals (DESC), el laboratorio de ideas que impulsó la creación de Guanyem Barcelona y después Barcelona en Comú, las plataformas de Colau, con quien el veterano político había entrado en contacto en la época en que la alcaldesa era activista de los movimientos antiglobalización -y después de la PAH-. De hecho, fue Colau quien lo propuso para que presidiera el DESC. La alcaldesa y buena parte del gobierno municipal provienen de ese think tank.

Estado perverso y pervertido

Borja asegura que irá a votar en el referéndum del 1 de octubre y que, "como muchos otros que no son independentistas" votará a favor de la independencia "para ir en contra del gobierno español". Ya lo hizo, asegura, en la consulta del 9-N, y en la que optó por el sí-sí. Un posicionamiento que también hizo explícito el domingo pasado cuando participó en el acto organizado en Montjuïc por la ANC, Òmnium y AMI en apoyo del referéndum que presentó el exentrenador del FC Barcelona Josep Guardiola. "Por la democracia, por nuestros derechos, nos confrontaremos con valor y con decisión contra un Estado que se dice de derecho y que es un Estado perverso y pervertido", proclamó Jordi Borja desde encima del escenario urna en mano.

La salida de Borja de la cúpula directiva del partido de Colau y Xavier Domènech se suma al cuestionamiento de la estrategia de los comuns por parte de Podem. Aunque la formación liderada en Catalunya por Albano-Dante Fachin no confluyó con Catalunya en Comú -salvo algunos críticos con la dirección como Jèssica Albiach-, sus bases han aprobado en una consulta interna dar apoyo al referéndum como herramienta de movilización. Otras confluencias del mundo podemita, como la gallega En Marea consideran que ante la negativa del Gobierno español a la consulta acordada, es lícito sacar adelante el referéndum unilateral.

A Jordi Borja, de quien no se duda que se mantendrá próximo al espacio de Colau a pesar de dejar la cúpula de Catalunya en Comú, se le considera en cualquier caso un hombre-puente con el independentismo. Este lunes está previsto que Domènech se reúna con el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, para abordar la cuestión de la convocatoria del 1-O. No se esperan muchos resultados concretos, si bien, en fuentes del estado mayor soberanista existe la firme convicción de que a pesar de las reticencias de los comuns al referéndum unilateral "habrá un momento del recorrido en que nos encontraremos". Aunque sea en el último minuto.